El presidente de México, López Obrador, en una imagen de archivo en Palacio Nacional. MEXICO'S PRESIDENCY (REUTERS)

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha informado este viernes sobre el primer posible caso de la variante ómicron en el país. Se trata de un hombre mexicano que estuvo en Sudáfrica y está internado en un hospital privado de Ciudad de México con síntomas de covid, donde le hicieron una prueba. “Y al parecer sí, ya es está nueva variante. Esa es la información que me dieron el día de ayer”, ha dicho el presidente, que después ha matizado: “Estaba por confirmarse, se tenía esa preocupación. Pero bueno, es muy probable que se presente esta nueva variante en el país”. El mandatario ha incidido en que ya había afectados de ómicron en los vecinos Estados Unidos y Canadá.

López Obrador ha asegurado que el paciente está bien y estable, pero que ha decidido quedarse en el centro médico “encerrado” hasta conocer los resultados de la investigación epidemiológica. “Está protegido”, ha insistido. El presidente, que el miércoles se dio un baño de masas en la plaza del Zócalo de Ciudad de México ante decenas de miles de seguidores para celebrar sus tres años en el cargo, ha minimizado el riesgo de la nueva cepa: “Eso no significa que haya más riesgos, o como se llegó a decir, que no servían las vacunas. Por eso no debe de haber preocupación ni mucho menos sensacionalismo de los medios para atemorizar”. Se ha aventurado incluso a señalar que “esta variante no es dañina”: “No tiene más peligrosidad que las otras variantes, hasta ahora”.

La variante ómicron fue detectada hace una semana por científicos sudafricanos. La reacción de pánico internacional provocó una caída en las bolsas de todo el mundo y el cierre de fronteras para viajeros del sur de África en los países de la Unión Europea o en Israel y Estados Unidos. Esta nueva cepa presenta un altísimo número de mutaciones que la convierten en una preocupación para la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo, todavía no hay evidencias de que ómicron sea más grave ni más contagiosa, como se sugirió en un primer momento.

La Red de Vigilancia del Genoma Sudáfrica que presentó sus avances este miércoles de hecho confirmó que la nueva cepa no se escapa de las vacunas y que la inmunización sigue siendo un escudo contra los síntomas más graves de la enfermedad. La OMS y una gran parte de la comunidad científica han criticado las restricciones impuestas por los Gobiernos, a los que acusa de castigar a Sudáfrica por haber sido diligente al detectar y avisar sobre la nueva variante, sin datos que avalen todavía las medidas.

Por su parte, el Ejecutivo mexicano ha descartado que se vayan a cerrar fronteras pese a este posible primer caso confirmado, tampoco se van a imponer restricciones de viaje o medidas drásticas, como cuarentenas obligatorias o toques de queda. López Obrador insiste en llamar a la calma tras el surgimiento de ómicron debido a la cantidad de vacunas aplicadas en el país. El país mantiene así el enfoque laxo y heterodoxo que ha caracterizado a su estrategia contra la covid desde el estallido de la pandemia en la que la inmunización se ha convertido en la piedra angular de la lucha contra el virus.

En los últimos días, el país rebasó la cota de los 65 millones de habitantes con esquemas completos de vacunas, de una población objetivo de 96 millones, según el plan nacional de vacunación. El porcentaje de cobertura cae hasta poco más de la mitad si se considera el total de pobladores: casi 129 millones de personas. México aún no ha iniciado la aplicación de dosis de refuerzo, aunque las autoridades dijeron que lo harán en cuanto se logre cubrir a personas rezagadas y comunidades remotas.