Una patrullera de Frontex se dirige al rescate de una embarcación de migrantes en las islas griegas en febrero de 2020.COSTAS BALTAS / REUTERS

Frontex, la agencia europea de fronteras, ha abierto este martes una investigación interna ante las denuncias de haber participado en devoluciones en caliente en la frontera griega. La guardia comunitaria, uno de los pilares del pacto migratorio propuesto por Bruselas, ha sido acusada de estar involucrada en al menos seis episodios en los que se privó a migrantes de su derecho de pedir asilo en la UE. En un comunicado, Frontex asegura que por ahora no ha hallado pruebas que respalden esas presuntas violaciones de su código de conducta.

La guardia costera griega ha sido acusada en varias ocasiones de haber efectuado devoluciones ilegales de migrantes en el mar Egeo, en especial a raíz de las tensiones en la frontera con Turquía. Sin embargo, una investigación de varios medios, entre ellos Der Spiegel y Bellingcat, reveló con material gráfico que varios oficiales de Frontex desplegados en el Mediterráneo Oriental estaban involucrados en esas prácticas. En concreto, esos artículos señalan que, desde el pasado mes de marzo, activos de Frontex habrían estado presentes en al menos seis intervenciones que podrían ser consideradas ilegales.

Según las investigaciones de esos medios, en al menos una ocasión Frontex habría participado directamente en la devolución en caliente de una embarcación con migrantes que trataba de llegar a Grecia. Ese episodio se produjo el pasado 8 de junio frente a la costa noreste de Lesbos. La agencia turca Anadolu difundió unas imágenes de un buque rumano de Frontex bloqueando un bote con 47 inmigantes. Los medios las contrastaron con otras imágenes para concluir que se impidió que los migrantes, posteriormente rescatados por la guarda costera turca, pudieran llegar a territorio europeo.

Esos medios publicaron otro incidente, del pasado 15 de agosto, en el que Frontex habría estado presente, si bien no pueden demostrar que actuara de forma directa. En otros cuatro, las embarcaciones se hallaban a menos de cinco kilómetros del lugar en el que se produjeron intervenciones ilegales, por lo que le atribuyen que se taparan los ojos para no evitar devoluciones de migrantes.

La Comisión Europea urgió a Frontex y a las autoridades griegas el pasado lunes a llevar a cabo una investigación sobre esas presuntas vulneraciones del derecho comunitario. La guardia costera europea respondió a través de su cuenta de Twitter que seguía prestando apoyo a Grecia en sus fronteras exteriores con “pleno respeto a los derechos fundamentales” y a la ley internacional; y confirmó que Atenas había empezado a indagar sobre las imágenes en las que le involucran en devoluciones ilegales.

Sin embargo, este martes, el director ejecutivo de la agencia con sede en Varsovia, el francés Fabrice Leggeri, ha comunicado a la comisaria de Interior, la sueca Ylva Johansson, la apertura de esa investigación interna. “Nuestro objetivo es mantener los más altos estándares de vigilancia de fronteras en todas nuestras operaciones y no toleramos ninguna violación de los derechos fundamentales en ninguna de nuestras actividades”, sostuvo Leggeri a través de un comunicado.

Antecedentes en Grecia
La guardia de fronteras comunitaria ya había abierto dos expedientes sobre sus operaciones en el mar Egeo. Según Frontex, a principios de año Leggeri había pedido a Atenas que investigara dos incidentes ocurridos alrededor de las islas griegas. Las indagaciones de uno de ellos habrían concluido sin pruebas de que se hayan producido “actos ilegales”. El segundo episodio, que Frontex dice haber comunicado al Parlamento Europeo, se refiere a unas “instrucciones incorrectas” que la Guardia Costera griega dio a la tripulación de los barcos daneses desplegados por la zona, aunque ese malentendido ya fue aclarado.

Según el comunicado, Frontex no tiene constancia de otros conflictos en la zona y recuerda que la situación en el Egeo se ha complicado para los buques de la guardia europea a causa de las tensiones entre Grecia y Turquía sobre sus fronteras marítimas, lo cual dice que ha afectado las actividades de búsqueda y rescate de inmigrantes y refugiados.

La agencia comunitaria participa en las tareas de control de esta zona dentro de la llamada Operación Poseidón, que cuenta con alrededor de 600 agentes que, entre otras funciones, se encargan de la vigilancia fronteriza, la ayuda en la identificación y el registro de migrantes que quieren entrar en la UE. Aun así, Frontex sostiene que ha rescatado a alrededor de 2.700 personas en lo que va de año.