El gerente de un conglomerado de empresas militares en Cuba y exyerno del máximo líder comunista y expresidente Raúl Castro fue puesto en una lista de personas bloqueadas por el Gobierno de Estados Unidos.

En un comunicado firmado por el secretario de Estado, Mike Pompeo, y distribuido el miércoles por la dependencia norteamericana, se anunció la incorporación al registro de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) de Luis Alberto Rodríguez López-Calleja.

Debido a estas disposiciones, los activos de Rodríguez López-Calleja -si los tuviere- quedarán bloqueados y los estadounidenses no podrán hacer tratos con él.

Rodríguez López-Calleja es un general de brigada, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente ejecutivo del Grupo de Administración Empresarial (GAESA), la corporación militar que tiene en sus manos sectores estratégicos del país desde hoteles, tiendas y almacenes muy variados hasta la gestión de los espacios de La Habana Vieja.

Se conoce poco de su vida privada salvo que es el padre de uno de los nietos de Castro, producto de su casamiento con su hija Deborah, pero en los últimos años Rodríguez López-Calleja y GAESA fueron cada vez más notorios en la economía del país.

“Los ingresos generados por las actividades económicas de GAESA se utilizan para oprimir al pueblo cubano y para financiar la dominación parasitaria y colonial de Cuba sobre Venezuela”, expresó la nota de Pompeo.

“La acción de hoy demuestra el compromiso de larga data de Estados Unidos de poner fin a las prácticas económicas que benefician de manera desproporcionada al Gobierno cubano”.

El anuncio se produce en medio de una seguidilla de otros similares con los cuales la administración del presidente Donald Trump busca endurecer las sanciones contra Cuba y presionar un cambio de modelo político en la isla.

Algunas de esas medidas son de fuerte carácter simbólico y con poco impacto práctico, como esta o la inclusión en las listas de bloqueados de la familia Castro, a la cual no se le conocen intereses en Estados Unidos.

Pero otras han golpeado duramente a la isla y a su población como la persecución a cargueros con petróleo que provocaron un fuerte desabastecimiento, las limitaciones al turismo que causaron pérdidas a los hostales de los pequeños emprendedores cubanos o los obstáculos para créditos que afectaron la compra de alimentos, entre muchos otros.

La administración de Trump hizo explícito su interés de ‘asfixiar’ económicamente a la isla en momentos en que busca su reelección y el apoyo de la comunidad de exiliados anticastristas de Florida.