CIUDAD DE MÉXICO.- Un encantador nato de almas y mentes, un lector apasionado de lo gótico, un coleccionista de dragones, “siempre traía un pin de estos animales mágicos en su camisa”, que concebía a los libros como un instrumento civilizatorio y de transformación de vidas y personas.

Así define el escritor mexicano Benito Taibo al novelista catalán Carlos Ruiz Zafón (1964-2020), quien murió ayer a los 55 años en Los Ángeles, California (Estados Unidos), donde vivía desde 1994, fulminado por un ataque al corazón, consecuencia de un cáncer que padecía desde 2018.

Era un tipazo, un genio: cálido, abierto. Era como un niño grande, un oso amable y encantador. Siempre fiel a la fantasía y humilde, a pesar de su éxito. Gracias a su ingenio y a su sensibilidad, muchas personas se acercaron al libro, porque sus novelas eran sobre libros”, comenta el también promotor de la lectura que convivió con el narrador español en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara en 2016.

Elogiado por Stephen King y considerado el novelista español más leído después de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), autor de El Quijote, Ruiz Zafón logró vender más de diez millones de ejemplares de La sombra del viento (2001), primera obra del cuarteto El cementerio de los libros olvidados, que lo encumbró a nivel internacional.

Esta saga literaria incluye además El juego del ángel (2008), El prisionero del cielo (2011) y El laberinto de los espíritus (2016); títulos que tuvieron tirajes iniciales de entre 700 mil y un millón de ejemplares, detalló editorial Planeta en un comunicado, su casa durante dos décadas.

Me sorprendió su humildad, porque es el autor hispano más vendido de todos los tiempos. Me demostró que los grandes no tienen desplantes, que se colocan en su lugar sin oropeles.

También me cautivó su amor por el libro. Me dijo que el libro tiene que ser libro. Resistió las ofertas millonarias que le hicieron para transformar en películas algunas de sus historias. Se me hizo una actitud bella frente al embeleso que se tiene ahora por la pantalla grande”, agrega Taibo.

La obra que más me gusta es La sombra del viento, creo que es la iniciadora de toda su mística. Sé que aún hay libros suyos inéditos, que esperamos con gusto. Lo recordaré con enorme cariño y siempre invitaré a releer su gran legado”, añade.

Las novelas de Ruiz Zafón han sido traducidas a más de 50 idiomas y han recibido los principales galardones literarios. Tras estudiar en Jesuitas de Sarrià,
cursó la carrera de ciencias de la información y fue un director creativo de agencias de publicidad; hasta que, a principios de los años 90, decidió trasladarse a Estados Unidos y dedicarse de lleno a la literatura.

En 1993 se dio a conocer con El Príncipe de la Niebla (Premio Edebé), considerada una de sus mejores novelas juveniles y que conforma, junto con El Palacio de la Medianoche y Las luces de septiembre, la Trilogía de la Niebla.

El catalán había prácticamente parado su labor como escritor: El Príncipe de Parnaso, de 2018, fue lo último que salió a la luz. Se ha hecho público que, por su expreso deseo, no habrá ceremonia de despedida ni en Los Ángeles, California, ni en Barcelona.

QUERIDO POR SU PÚBLICO

La editora Marisol Schulz, quien logró convencerlo de que presentara uno de sus títulos en la Feria del Libro en Español de Los Ángeles (LéaLA), en 2012, que en ese momento dirigía, narra que le impresionó su timidez, “fue un poco parco”, pero cuando estuvo frente a sus lectores se transformó en “un excelente orador” que evocaba mundos mágicos.

Conviví poco con él, porque llegó, se presentó y se fue. No le gustaba estar en el mundillo literario. Pero era muy amable y la gente lo quería mucho, a donde fuera había largas filas para verlo o pedirle una firma. Fue toda una proeza que aceptara la invitación y se lo agradecí mucho”, señala.

La directora de la FIL Guadalajara comenta que Ruiz Zafón fue una figura literaria interesante que dejó un legado singular. “Su obra habla del mundo de los libros y motiva el amor por ellos; además, te hace recorrer con sus historias su Barcelona natal. La que más me gusta es La sombra del viento porque une su pasión por su ciudad y los libros. Es un prodigio de novela, muy bien escrita, hace que quieras seguir leyendo y esto no es fácil de lograr”, admite.

El autor de Marina (1998), “quizás la más personal de sus obras”, indican los editores de Planeta, fue muy bien tratado por la crítica literaria de países como Italia, Francia, Holanda, Alemania y Reino Unido, donde los periódicos The Times y The Guardian coincidieron en calificarlo como un “nuevo clásico contemporáneo”. Y, en Estados Unidos, The New York Times lo comparó con el italiano Umberto Eco, el argentino Jorge Luis Borges y el Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez.

Por su parte, Stephen King escribió: “Si alguien pensaba que la auténtica novela gótica había muerto en el XIX, este libro le hará cambiar de idea. Una novela llena de esplendor y de trampas secretas, donde hasta las subtramas tienen subtramas. En manos de Ruiz Zafón, cada escena parece salida de uno de los primeros filmes de Orson Welles. Hay que ser un romántico de verdad para llegar a apreciar todo su valor; pero, si uno lo es, entonces es una lectura
deslumbrante”, dijo en alusión a La sombra del viento.

Los editores de Planeta concluyen que la tetralogía El cementerio de los libros olvidados “se ha convertido en un símbolo universal de la defensa de la lectura, de la pervivencia de la memoria a través de los libros y del refugio de aquellos que creen en ellos”.