Colegas, como saben este es un trabajo para las y los periodistas. Continuó con la propuesta anterior que titulé Pautas periodísticas para evitar las vilezas tipo Alatorre. Ahora ofrezco un procedimiento que nos ayude a explicar dos cosas:
— Que los enojos del presidente se explican en que lo atosigan tres presiones en estos días: mayor pesimismo social por la pandemia, la formación de un gran movimiento opositor y porque su modelo de comunicación política no ha podido atraer a medios convencionales de prensa.
— Que la sobrecarga de críticas a los gobiernos en los medios de prensa ha sido, es y será efecto de las discordancias entre factores de poder económico y político.
Otro modo
En los medios se refleja un anacronismo al analizar con métodos viejos lo nuevo del sistema político mexicano. Son pocos los que buscan otros procedimientos para analizar y explicar los momentos y tendencias de cambio, principalmente en el comportamiento social.
La física de las sociedades, por ejemplo, es un método poco utilizado por sociólogos, politólogos y mucho menos por políticos y comentaristas líderes en la prensa.
Robert Axelrod, un matemático que derivó a catedrático en políticas públicas en la Universidad de Míchigan explica el comportamiento de partículas que comparten paisajes de energías y lo coteja con los paisajes de alianzas y consensos entre países o sociedades (modelo paisajístico).
Pongamos esa lupa en México.
La elección de Andrés Manuel López Obrador fue asombrosa por novedosa: un movimiento social masivo, con una abigarrada coalición de fuerzas y una gran ruptura de cierto clientelismo electoral. Una persona y un frente electoral heterogéneo (Morena no es partido tradicional) se convirtieron en un nuevo atractor de consenso social sin el acostumbrado soporte de las elites políticas de empresarios y clases medias. Esto es algo de lo mucho nuevo que pocos entendemos a cabalidad.
Robert Axelrod explica que temperatura y presión propician los cambios físicos y lo confronta con los cambios sociales.
Lo parafraseó: si la temperatura se mantiene constante, pero se altera la presión el estado de las partículas se hace inestable y cambian sus paisajes…
“… alterar la presión podría equivaler a cambiar las actitudes o los tamaños de los distintos agentes, esto es, a cambios en la intensidad de las fuerzas de atracción y repulsión que hay entre ellos… una especie de punto espinodal histórico… en que la alianza menos estable deja de ser viable.” (pág 344. Ball, Philip. Masa crítica, cambio, caos y complejidad. FCE. México, 2010)
Entropía.
Con ese marco intentemos explicar que los enojos de Andrés Manuel López Obrador derivan que percibe o intuye disminución muy temprana de su fuerza como nuevo atractor del régimen político, como líder y como eje de alianzas y consensos.
1. La atmósfera de pesimismo creciente. Hace unas semanas apareció otra evidencia de que la pandemia en México genera altas dosis de pesimismo y desconcierto en buena parte de la sociedad informada.
El 13 de abril la empresa Parametría difundió un estudio que llamó Redes sociales en época de pandemia. Allí muestra un estado de ánimo negativo en Twitter de unas 8 millones 890 mil personas presuntamente de la clase mexicana.
“Prácticamente durante todo el periodo reportado (siete días) … todos los comentarios utilizaron un lenguaje negativo o pesimista.” (http://www.parametria.com.mx/carta_parametrica.php?cp=5145)
Es probable, comenta este reportero, que tal ánimo se refleje en otras redes sociales, que eso estimule más una atmósfera social de entropía. (entropía es la medida de la incertidumbre y desconcierto que existe ante un conjunto de mensajes, según teorías de la información).
Anomia, efecto mayor
La entropía estimula cismas en la sociedad porque los discordantes (opositores) aprovechan esa atmósfera social para atraer empatías a sus proyectos. “La mayor parte del pensamiento político empieza con una visión del mundo particular y luego busca la forma de que el mundo real se pliegue a ella.” (Ball, Philip. Obra citada)
Y el rechazo abierto y sistemático del presidente a los discordantes (“los conservadores” insiste él), polariza más y sobrecalienta la atmosfera de desconcierto social. En tiempos “normales” eso es anomía.
Para la psicología y la sociología, la anomia es un estado que surge cuando los consensos y reglas de convivencia —sean o no leyes– se han degradado y ya no son respetadas por los integrantes de una comunidad.
Más polos de discordantes.
Tomemos datos de notas periodísticas para reflejar como han crecido los polos de discordia y de la tendencia a formar una gran coalición contra el nuevo atractor político y su visión o propuesta de cambio.
14 Gobernadores. Ya se han manifestado como divergentes hasta 14 gobernadores, la mayoría de los partidos opositores. Comenzaron con discrepancias en los métodos de registro de afectados por la pandemia, por supuestos retrasos en entrega de equipos, siguieron con exigencia de otro pacto fiscal de la federación con los estados, siguieron con presiones para la cancelación de los proyectos del Tren Maya y de la Refinería de Dos Bocas.
Ellos son los nueve gobernadores del PAN en Aguascalientes, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Querétaro, Quintana Roo, Tamaulipas y Yucatán que atraen a los alcaldes de ese partido. Esas divergencias suman a Miguel Ángel Riquelme, de Coahuila (PRI); Jaime Rodríguez Calderón de Nuevo León (independiente); Enrique Alfaro, de Jalisco (Movimiento Ciudadano); Silvano Aureoles de Michoacán (PRD) y hasta Javier Bonilla de Baja California (Morena).
Cámaras empresariales. Del sector empresarial el más beligerante ha sido el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo A. De Hoyos Walther. Luego asomó la posición medianamente discrepante de Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial. Siguieron los líderes de Concamin y Canacintra. Su argumento principal es que se necesitan un plan emergente anticíclico de la economía, primero querían un acuerdo nacional, como los de antes y ante la negativa presidencial promovieron el “dialogo” con otras fuerzas para hacer un plan nacional sin el presidente de la República. En eso andan.
Empujan en Redes sociales. Es factible probar periodísticamente que desde esos lares se impulsa la entropía (desconcierto) en otros sectores desde las redes sociales. Según datos de Julio Hernández dos nodos han crecido en las semanas recientes: Todos por el MISMO con más de 200 mil presuntos miembros en Facebook y en WhatsApp el Frenaa (Frente Nacional Anti-AMLO).
Nueva coalición opositora: Futuro 21
Y un primer logro de estos y otro divergentes de las cupulas empresariales, del PAN, PRD, PRI, personalidades y ocurrió el jueves 23 de abril con su primera reunión (virtual) que motejaron como “Diálogo por la Reconstrucción Nacional”, convocado por la organización política amplia Futuro 21, la que originalmente sería partido político con el registro del PRD.
Allí algunos expositores fueron María Elena Morera, Javier Corral, Emilio Álvarez Icaza, Silvano Aureoles, el líder de Coparmex, Marko Cortés Mendoza presidente del PAN. Otros participantes fueron Alejandro Moreno Cárdenas, Álvaro López Ríos, Demetrio Sodi, Emilio Álvarez Icaza, Enoch Castellanos, Fernando Belaunzarán, Gabriela Sodi, Gabriel Quadri, Juan Carlos Romero Hicks, Juan Carlos Velazco, Miguel Riquelme, entre otros.
Antes de ese foro de los discrepantes, el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal advirtió en un artículo que ya venía “la COA-4T (Coalición Opositora Anti-Cuarta Transformación), popularmente conocida como “grilla”, “polilla” o “carcoma”.
Y en la prensa
Ninguno de los politólogos clásicos o modernos niega que la política es el escenario no cruento de la guerra y que uno de sus campos de batalla en los tiempos modernos son los espacios en los medios de comunicación.
Pero en tiempos de emergencias colectivas, como la pandemia, podría suponerse que los partes beligerantes aceptasen dar tregua, pero no es así. Casi al iniciarse la tercera fase de la pandemia crecieron las tensiones.
Motivado por las presiones descritas, el presidente de la República inició otra escaramuza contra los que reflejan esos apremios: los medios de prensa de más referencias y periodistas influyentes en la creación de opinión. Con ese choque mostró de paso que su modelo de comunicación política es muy insuficiente porque no le ayuda a mantener los consensos, que no basta con ampliar conferencias en prensa en Palacio Nacional ni tratar de asustar con linchamientos.
Los discordantes con su gobierno también en medios de prensa no son homogéneos, mucho son sinceros y creen que la crítica es lo esencial del periodismo y tampoco representan a todos los periodistas, pero son los más influyentes al tener poder económico y porque han construido altos índices de aceptación y credibilidad.
En comunicación política tampoco se percibe que en Presidencia se busquen otras formas para impedir más desconcierto y alejamiento de sectores sociales. En lugar de la serenidad e iniciativas para recuperar y construir consensos se expresan esos arranques de enojo. Como periodistas reporteros seguiremos buscando métodos para entender y explicar lo que pasa en nuestro país en tiempos de emergencias.