Gabriel López Casillas, director de la clínica 10 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicada Gómez Palacio, Durango, quien fue multado por un juez por desacato a una suspensión de plano, es acusado ahora de represalias contra el personal que promovió un amparo en su contra.

El objetivo del amparo es que el IMSS, a través de López Casillas, dote a la plantilla laboral de la clínica de los insumos necesarios para atender la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2.

Sin embargo, y pese a la orden del juez para que se agilice la dotación del equipo al personal médicos y se mantenga las medidas de higiene necesarias en la clínica, hasta ayer esto no había ocurrido.

Médicos y enfermeras contactados por El Financiero dijeron que lo único que les entregan en la clínica son un par de guantes y dos cubrebocas por día.

Señalaron que no solo es el material del cubrebocas que no cumple los requerimientos de un hospital, sino también están mal hechos, lo que los deja expuestos, sobre todo porque en esa clínica ya se han atendido casos de COVID-19.

Advirtieron incluso que una doctora y su asistente están en cuarentena por contacto con un paciente con la nueva cepa de coronavirus.

“Los cubrebocas no son de tres capas ni quirúrgicos o N95 como se requiere, sino de una sola capa y son de mala calidad”, puntualizaron los médicos.

Contaron que uno de sus compañeros es alérgico al látex y “cínicamente” le dan guantes de ese material con el riesgo que ello implica.

Agregaron que otra agravante es que el equipo no lo entregan al iniciar el turno, sino en el transcurso del día, incluso, han llegado a entregarlo casi al final del turno.

Otro médico consultado advirtió que también los han reprendido en el ámbito administrativo, cancelando derechos laborales y sindicales como el llamado “convenio”, mecanismos que se hace entre médicos para suplir ausencias justificadas.

“Consiste en que un médico cubre el tiempo de ausencia de otro médico y éste último paga esa cobertura con tiempo laboral, es una forma de no afectar el número de médicos por turno, pero a partir del amparo ya nos cancelaron ese derecho”, contó.

Explicaron que a otros médicos los desalojaron de sus consultorios y les destinaron espacios sin higiene.

“Es un acto de prepotencia del director que ni siquiera aceptó que trajéramos equipo de limpieza de nuestras casas para sanitaria la clínica. Prefiere tenerla insalubre”, agregaron.

Ante ello, los especialistas inconformes ya preparan una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) contra López Casillas por el hostigando contra el personal de la clínica.