Trabajadores sanitarios preparan las camas para recibir a enfermos de coronavirus en el hospital temporal montado en Ifema, este domingo. En vídeo, declaraciones de Fernando Simón este lunes. HANDOUT

España ha iniciado la segunda semana de aislamiento con el peor de los los datos posibles: la muerte de 462 personas en apenas 24 horas. Es el mayor incremento diario registrado hasta la fecha (hasta un total de 2.182 fallecidos) y confirma lo que las tendencias de los últimos días venían apuntando: que España sigue muy de cerca, aunque unos seis días más tarde, los registros de Italia, el país del mundo más golpeado por el coronavirus.

Frente a esta dura cifra, el coordinador de emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ha querido ofrecer algunos argumentos para la esperanza. Uno es que ya se observa cierto “aplanamiento” en la curva de incremento de casos, que desde el domingo han crecido el 14% (4.717 casos más) hasta los 33.089 confirmados. “Se va suavizando progresivamente el aumento que se notifica cada día. Pero todavía no tenemos certeza de haber llegado al pico de la epidemia”, ha añadido.

Son valores que deben ser cogidos con precaución porque el fin de semana hace que “estas tendencias sean muy volubles a los mecanismos de notificación”. Pero son “datos halagüeños que indican que las tendencias ya se están viendo modificadas por las medidas” de aislamiento decretadas, ha añadido Simón, que también ha destacado como otra buena noticia que el porcentaje de enfermos que requieren una cama en la UCI haya descendido del 15% al 13% del total de hospitalizados. Las personas ingresadas en cuidados intensivos son ya 2.355, un 32% más que el domingo.

“Si todo va en la línea que esperamos”, ha seguido el coordinador de emergencias, “es probable que llegue un día no muy tarde que empecemos a desescalar, a reducir progresivamente” las restricciones de movimiento impuestas a la población.

Hasta entonces, sin embargo, el sistema debe mejorar su respuesta en varios puntos críticos que hasta ahora se han visto desbordados por la epidemia. Uno de ellos es la capacidad de hacer pruebas a todos los casos sospechosos, lo que pasa por la extensión de los test rápidos que el Ministerio de Sanidad anunció ya hace una semana.

“Empezaron a llegar el sábado por la noche y se han empezado a distribuir a las comunidades, priorizando las que sufren de una sobrecarga mayor”, ha explicado Simón, sin ofrecer datos concretos. Sanidad destinará primero las pruebas a puntos sensibles del sistema como los profesionales sanitarios y el entorno de las residencias de mayores, que se han visto duramente golpeadas por la crisis, antes de extenderlas al resto de la población.

El número de respiradores, que determina las plazas disponibles en las UCI, también se ha visto reforzado en los últimos días, ha asegurado Simón. Este ha admitido que se han producido “situaciones de alta tensión” en algunos hospitales, principalmente de Madrid, pero se ha mostrado confiado en que la situación mejore en los próximos días. Sanidad ha explicado que la “epidemia va a diferente ritmo” según las comunidades, con algunas de ellas “al límite, pero que ya están solventando” sus necesidades. “Madrid es ahora el centro, pero estos recursos pueden ir moviéndose”, ha afirmado Simón en referencia a los respiradores.

“Los próximos días van a ser cruciales”, ha afirmado Simón, que ha recordado que acercarse “al pico [de incidencia] no implica haber controlado el problema, implica que hay que redoblar los esfuerzos para garantizar que no se da un paso atrás, lo que sería probablemente peor que haber implementado las medidas de una forma más relajada”.

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El gran temor es que una retirada precipitada de las medidas de contención dé paso a una segunda oleada de la enfermedad que los expertos auguran peor que la primera. En este sentido, el Gobierno ha destacado la “elevada efectividad” de las medidas adoptadas “que han reducido un 88% el tráfico el fin de semana”, un “40% el transporte pesado” y “un 91% el tráfico transfronterizo”.

El Gobierno defiende que, con estos datos, no es el momento de aplicar nuevas restricciones ni paralizar más la actividad económica. “Nuestro país no es China. Aquí están afectadas todas las comunidades y tenemos que seguir manteniendo una actividad económica mínima que garantice la subsistencia de toda la población a unos niveles dignos” ha defendido Simón.

El 10% de los infectados, 3.355 personas, ya han sido dados de alta tras restablecerse de la Covid-19, mientras 3.910 profesionales sanitarios han resultado contagiados en su puesto de trabajo. Por comunidades, Madrid sigue a la cabeza de los fallecidos, con 1.263. Le sigue Cataluña (245), País Vasco (120), Castilla-La Mancha (145), Castilla y León (102), la Comunidad Valenciana (94) y Andalucía (58).

Fernando Simón también ha adelantado los primeros datos del primer gran estudio realizado sobre el perfil de los fallecidos en España, hecho sobre 805 casos (cerca del 40% del total), que no muestra grandes diferencias respecto a lo ya observado en Italia y China. El 87% eran personas mayores de 70 años, mientras el 7,8% tienen entre 60 y 69 años

La mortalidad es mucho menor en los grupos de edad más jóvenes. Alcanza el 2% entre los 50 y 59 años y el 1% entre los 40 y 49 años, casi siempre asociadas a patologías previas. No se ha producido ningún fallecimiento en niños menores de 10 años, uno en un adolescente menor de 19 años y otros cuatro en personas que estaban en la veintena.

Según este estudio, Simón ha apuntado que el sexo “no es una variable interpretable” ya que aunque hay más hombres entre los fallecidos, las patologías previas asociadas a una mayor mortalidad como la hipertensión, la diabetes o la EPOC también son más comunes entre los hombres.