ASEGURAMIENTO. Las autoridades fronterizas incautaron más de una tonelada de fentanilo el año pasado, mientras que en 2014 fue menos de medio kilogramo / Foto: Daniel Sánchez Dórame/Archivo

SAN DIEGO.- En cinco años, el fentanilo inundó Estados Unidos y se convirtió en un problema de salud pública.

El contrabando de esta droga, cuya sobredosis causa 84 muertes al día en ese país, en promedio, aumentó más de 234,000% en ese periodo, indican cifras de la DEA.

En 2014, autoridades fronterizas incautaron una libra, menos de medio kilo, de fentanilo. El total interceptado en 2019 subió a dos mil 350 libras, más de una tonelada del opioide. De esa cantidad, 90% fue hallado en vehículos particulares que cruzaron por garitas de la frontera sur estadunidense, por lo que el tráfico es atribuido en esa nación a los cárteles mexicanos.

En contraste, en nuestro país el consumo de fentanilo como droga es casi nulo.

Tras una revisión exhaustiva, la Comisión Nacional contra las Adicciones detectó, entre 2015 y 2018, sólo 67 casos de personas que consumieron esa sustancia.

Los cárteles mexicanos controlan la producción del opioide, el cual entra a EU por las garitas, principalmente

El contrabando de fentanilo aumentó en más de 234,900% en los últimos cinco años, de acuerdo con la Administración Federal Antidrogas (DEA) y, ahora, cobra, en promedio, 84 vidas diarias por sobredosis en Estados Unidos.

En 2014, las autoridades fronterizas incautaron, en todo el año, un total de una libra, menos de medio kilogramo, de fentanilo. El total interceptado el año pasado fue de dos mil 350 libras, es decir más de una tonelada de fentanilo, y según el comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Mark Morgan, 90% fue hallado en las garitas, en su mayoría en vehículos particulares.

Conforme aumenta el tráfico de fentanilo se incrementan las muertes por sobredosis.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional sobre el Abuso a las Drogas (NIH), en el año 2010 se registraron tres mil muertes por sobredosis en todo Estados Unidos. Las muertes por sobredosis de fentanilo en ese año sumaron solamente decenas.

En contraste, el año pasado murieron 31 mil personas por sobredosis de fentanilo o de derivados o combinaciones de ese opioide, de acuerdo con el Centro Nacional para el Control de las Enfermedades (CDC).

En 2010, el fentanilo llegaba a Estados Unidos principalmente desde China y por correo. Los químicos precursores de esa droga también llegaban desde China.

Ahora, tanto la DEA como CBP y otras agencias federales atribuyen el incremento en el contrabando a “los cárteles mexicanos de las drogas” y el fentanilo pasa principalmente por las garitas en la frontera con México.

Parte del problema con el consumo de fentanilo es similar al de otros opioides. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó su consumo como un fuerte analgésico en 1968.

Muchos adictos desarrollaron la dependencia con recetas de médicos, en alto porcentaje fraudulentas, que requerían de dosis cada vez más elevadas. Cuando los consumidores agotaron recursos para comprar la droga en farmacias, recurrieron al narcomenudeo en las calles.

La semana pasada, la DEA lanzó una campaña mediante la cual el público puede denunciar confidencialmente a médicos que venden recetas y a farmacéuticos coludidos.

Hace unos tres meses, la DEA advirtió que, desde México, algunas organizaciones inundaban el mercado con pastillas parecidas a medicamentos regulares, pero que en realidad eran de fentanilo, para distribuirlas mediante recetas.

ES UNA DROGA DE PASO EN MÉXICO
En México, el consumo de fentanilo como droga es prácticamente nulo.

De acuerdo con el Informe sobre la situación del consumo de drogas en México y su atención integral, publicado en 2019 por la Secretaría de Salud federal (Ssa), el uso de estupefacientes a nivel nacional presenta bajas prevalencias en comparación con otros países.

Por su alta disponibilidad y la tolerancia con la que es vista, la mariguana es la droga ilegal más consumida a nivel mundial.

Sin embargo, a pesar de que en los últimos años nuestro país se ha posicionado como un importante destino del tráfico mundial de fentanilo proveniente de Asia, este opioide sólo está “de paso” en territorio nacional, pues los grupos criminales lo llevan a Estados Unidos, donde se ha convertido en un problema de salud pública.

El reporte de la Ssa indica que en la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat 2016-2017) no se detectaron casos de consumo de fentanilo en el país.

No obstante, con el objetivo de explorar otras fuentes de información, en 2018 la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) realizó un diagnóstico para identificar casos de demanda de tratamiento por consumo de fentanilo.

Dicho estudio exploratorio arrojó que entre 2015 y 2018 se detectaron 67 casos en los que los usuarios reportaron haber consumido esta sustancia.
Andrés Mendoza

ALERTAN POR SOBREPRESCRIPCIÓN

Los diputados pedirán que se castigue a los responsables de la salida ilegal de fármacos en el INER

La bancada de Morena en la Cámara de Diputados exhortará a las instancias correspondientes para que se finquen responsabilidades por el uso irregular de fentanilo y morfina en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

Así lo informó el legislador Manuel Huerta Martínez, secretario de la Comisión de Salud en San Lázaro, quien afirmó que la sobreprescripción de medicamentos es uno de los más graves problemas de salud pública que, lamentablemente, también ocurre con el suministro de antibióticos.

Podemos hablar de una forma de robo hormiga que el gobierno de López Obrador está atacando. Porque se encontró que, en los hospitales públicos, en todas las entidades del país, se recetan dosis por encima de lo necesario, lo cual se considera una forma de corrupción”, señaló el diputado morenista.

Como lo publicó Excélsior en su edición de ayer, al revisar la Cuenta Pública de 2018, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que personal del INER alteró recetas médicas para sustentar la salida de la farmacia de los opiáceos que se usan para tratar dolores graves.

No sucede únicamente con el sulfato de morfina y el fentanilo. Sucede también, a gran escala, con los antibióticos. La gente va por una gripe común y se les prescriben antibióticos de una forma indiscriminada. Esto hace que el gobierno federal tenga que comprar y surtir en plazos más cortos los medicamentos. Lo cual desfalca al erario público”, explicó Huerta Martínez.

Huerta Martínez consideró que el uso irregular del sulfato de morfina y fentanilo debió haberse detectado desde la Cofepris, “por lo menos desde la mitad del sexenio de Enrique Peña Nieto”.

TIENEN 30 DÍAS PARA SOLVENTAR

El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) tiene 30 días a partir de las observaciones que hizo la Auditoría Superior de la Federación (ASF) respecto a la disposición irregular de medicamentos con fentanilo y morfina.

El presidente de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación en la Cámara de Diputados, Mario Alberto Rodríguez Carrillo, explicó que el instituto tiene dicho plazo a partir de los datos señalados por el órgano auditor para solventar los señalamientos.

Asimismo, la ASF tiene 120 días hábiles para pronunciarse sobre las respuestas que emita, y si no se solventan, entonces se turna el caso a la unidad investigadora y, posteriormente, a la sustanciadora y al Tribunal Federal de Justicia Administrativa.

Por Ximena Mejía e Ivonne Melgar

FGR NO TIENE DENUNCIAS POR VENTA ILEGAL

Hasta el momento, la Fiscalía General de la República (FGR) no tiene ninguna denuncia por la venta ilegal del fentanilo dentro del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) u otro hospital del país.

El fentanilo es una droga sintética 100 veces más poderosa que la morfina y altamente adictiva. En medicina se usa para calmar los dolores de pacientes terminales cuando otros analgésicos no hacen efecto.

De acuerdo con funcionarios de la FGR, no se tiene denuncia alguna por venta ilegal del medicamento, ya sea en presentación inyectable, tabletas efervescentes o parches.

Cabe destacar que la FGR puede castigar a quienes comercialicen de manera ilegal el fentanilo en país, basándose en el Código Penal Federal, el cual señala los delitos contra la salud en materia de narcóticos. Las reformas han sido constantes para estar en posibilidad de enfrentar al crimen organizado.

Hasta el momento, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) no ha levantado una denuncia ante la FGR contra los médicos o responsables de alterar las recetas para la entrega de más miligramos de sulfato de morfina y citrato de fentanilo que reveló la Cuenta Pública 2018, como informó ayer Excélsior.

Por Raúl Flores

DETECTAN ANOMALÍAS EN HOSPITAL GENERAL

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) halló deficiencias en el manejo, control y dispersión de medicamentos oncológicos en el Hospital General de México (HGM).

La institución no pudo justificar el suministro de medicamentos para tratar el cáncer, por un monto de 10.3 millones de pesos.

De acuerdo con la ASF, la entidad no proporcionó 257 expedientes de pacientes para justificar el suministro de los medicamentos Fulvestrant, Trastuzumab y Capecitabina, utilizados para los pacientes del servicio de Oncología.

No se acreditó, en 14 expedientes, el registro de la aplicación de dichos medicamentos, por 410 mil pesos, conforme a las cantidades reflejadas en las recetas médicas proporcionadas por la Jefatura de Almacenes e Inventarios del HGM.

En tanto, la ASF reveló que, en el almacén general de la Secretaría de Salud del estado de Tabasco, al mes de junio de 2019 no fueron localizados 123 medicamentos antirretrovirales, equivalentes a 253 mil pesos, ni se acreditó documentalmente su distribución.

En el caso de los servicios de salud del gobierno de la Ciudad de México, se comprobó que las Clínicas Especializadas Condesa e Iztapalapa no realizaron el registro de la recepción, distribución, almacenamiento y destino de los medicamentos antirretrovirales en tiempo y forma, en el Sistema de Administración, Logística y Vigilancia de Antirretrovirales (SALVAR).
Por Laura Toribio