Los jefes de finanzas del G-7 aseguraron este martes que están listos para actuar para proteger a sus economías del nuevo coronavirus, aunque no explicaron qué medidas específicas pondrían en práctica.

“Reafirmamos nuestro compromiso de utilizar todas las herramientas de política monetaria apropiadas para lograr un crecimiento fuerte y sostenible y cubrirnos contra riesgos a la baja”, subrayaron los ministros de finanzas y los banqueros centrales del G-7 en un comunicado después de una conferencia telefónica.

Agregaron que están “monitoreando de cerca” el patógeno y su impacto en las economías y los mercados.

Los responsables están bajo presión para respaldar sus promesas de proteger a sus países del impacto del virus que se propagó desde China, en medio de crecientes advertencias de que el brote está impulsando a la economía mundial hacia su peor año desde la crisis de 2009.

“Los ministros de finanzas del G-7 están listos para tomar acciones, incluidas medidas fiscales cuando sea apropiado, para apoyar a la economía durante esta fase”, indicó el comunicado.

Los rendimientos del Tesoro de EU a 10 años cayeron y luego subieron a 1.14 por ciento, mientras que los futuros de los fondos de la Reserva Federal tienen un precio de aproximadamente 45 puntos básicos de reducción de la tasa para fines de marzo.

La reacción inicial del mercado mostró el riesgo que enfrentan los funcionarios de no obtener los resultados esperados, al menos en cuanto a decepcionar a los inversionistas quienes han apostado que los bancos centrales tomarán acciones agresivas.

Una persona que participó en la llamada explicó que duró poco más de 30 minutos y que no se discutieron medidas específicas, además que cada país tomará sus propias acciones ante el nuevo coronavirus.

Tampoco hubo ninguna discusión sobre la acción específica de los bancos centrales, aunque los encargados de las políticas monetarias señalaron que esperan que la política fiscal tome la iniciativa.

Si bien Australia y Malasia redujeron las tasas de interés este martes, la atención se centra en gran medida en que la Reserva Federal y otras contrapartes importantes hagan lo mismo.

Los mercados monetarios predicen una alta probabilidad de un recorte de 50 puntos básicos de la Reserva Federal en la próxima reunión del 17 al 18 de marzo, o incluso antes.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, prometió el viernes “actuar según corresponda” para apoyar la expansión más larga de la historia de Estados Unidos, una declaración que ayudó a amortiguar la caída de las acciones después de su peor semana desde 2008.

Los operadores también están apostando por un recorte de 10 puntos básicos del Banco Central Europeo (BCE) y 25 puntos básicos en el Banco de Inglaterra. También creen que el Banco de Canadá facilitará la política monetaria el próximo miércoles.

“En todas las jurisdicciones habrá algunas diferencias en la forma exacta de realizar esas medidas, pero la respuesta compartirá un objetivo común que será lograr este apoyo a la economía en un período potencialmente difícil”, comentó el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney a los legisladores de Reino Unido antes de la llamada del G-7.

El Banco de Pagos Internacionales está organizando una reunión entre 15 a 16 bancos centrales importantes en una semana más o menos, para discutir acciones en respuesta al nuevo coronavirus, dijo una persona familiarizada con el asunto.