Nadal sirve durante el partido contra Andújar en Acapulco. En vídeo, el balear asegura que llegar al número 1 no es su prioridad. EFE

No disputaba Rafael Nadal un partido oficial desde el pasado 29 de enero, esto es, hace casi un mes, y el número dos lo notó. Le costó al balear encontrar el sitio en la pista de Acapulco, a orillas del océano Pacífico y donde el calor y la humedad aprietan sin compasión, pero a la que lo hizo, el enredo inicial se deshizo y el resto fue coser y cantar: de menos a más, 6-3 y 6-2 ante Pablo Andújar, en 1h 30m, y primer paso adelante en un torneo que interpone ahora en su camino al joven Miomir Kecmanovic, superior a Alex de Miñaur.

Fue una velada en progresión. De arranque, Nadal no sentía bien la bola y no terminaba de coger bien los espacios, y lo aprovechó Andújar para arrebatarle el primer servicio y generar un pequeño lapsus de dudas que resolvió el balear como a él le gusta. Cuando su amigo, al que no se enfrentaba desde hacía seis años –los tres precedentes, en tierra batida, se habían saldado a su favor–, tenía más cerca el 3-0, se enderezó y empezó tomar el mando de la situación. Fue cogiendo ritmo y, en consecuencia, el duelo se rompió.

No habían transcurrido ni diez minutos y Nadal ya sudaba borbotones. Se hidrataba, comía dátiles y solicitaba toallas y serrín para poder empuñar bien la raqueta. Apretaba el ambiente, con 28º y un 80% de humedad. Le costó arrancar, pero se corrigió paulatinamente y endosó cinco juegos consecutivos. Del frío al calor. Se hizo con el primer parcial y en el segundo, pese a ceder una vez el saque cuando ya había firmado dos roturas, volvió a imponer su derecha hegemónica.

“Era una primera ronda incómoda, como siempre, porque al final llevo un tiempo sin competir y aquí el cambio de temperatura es drástico y hay que adaptarse a las condiciones. Creo que hice cosas bien y hay otras a mejorar, pero es un paso importante para tener mañana [la próxima madrugada, a las 5.00, #Vamos] otra oportunidad para mirar hacia adelante”, valoró el de Manacor, que cerró la noche con un registro bipolar de 26 ganadores y 23 errores no forzados.

“Son unas condiciones climatológicas pesadas porque hay muchísima humedad, y eso a veces dificulta en los puntos largos. Pero son fantásticas, me encanta esta pista. Me siento cómodo y la bola coge muy bien los efectos. Disfruto golpeando la pelota aquí”, prosiguió en el análisis; “el comienzo ha sido lento. El primer juego no ha sido positivo, el segundo tampoco y el tercero he tenido 0-30 y después 30 iguales, y él ha podía haberse puesto con bola de break. Pero bueno, al final las cosas son largas. El 3-0 hubiera sido realmente delicado, pero una vez ganado ese juego quedaba mucho set por delante y aquí las condiciones no son rapidísimas, así que tienes opciones de romper. Lo único que tenía que hacer yo era encontrar mi juego, la regularidad y mi momento. Era mi primer partido en mucho tiempo y estas cosas pueden pasar”.

Garbiñe, suma y sigue en Doha
Sin rodaje –desde que cayera en Australia solo disputó un par de exhibiciones, una en Kuwait y otra en Johannesburgo–, el mallorquín resolvió su reingreso en la actividad y mantiene el pulso paralelo con Novak Djokovic por el número uno. El serbio tiene este miércoles una cita con Philipp Kohlschreiber en Dubái y le valdría con alcanzar las semifinales para retener el trono. Una cuestión que, dice Nadal, no le preocupa demasiado. El español necesita ganar el título y esperar el tropiezo del balcánico. “Hace mucho que no pienso en eso y que digo lo mismo: mi objetivo no puede ser el número uno”, subrayó.

“Si después se da la oportunidad, pues fantástico, muy feliz por ello, pero ahora estoy en una época de mi carrera en la que debo intentar ser lo más competitivo posible. Tengo que intentar alargar mi carrera lo máximo [en junio cumplirá 34 años] y para eso tengo que plantear un calendario conservador, acorde a las necesidades que mi cuerpo tiene”, cerró Nadal, mientras Roberto Bautista y Pablo Carreño se despedían pronto de Dubái: 7-6(2) y 7-5 el castellonense frente a Jan-Lennar Struff, y 7-5 y 6-1 el asturiano contra Stefanos Tsitsipas.

En Doha, Garbiñe Muguruza continuó exhibiendo la buena línea de este primer tramo de la temporada: 6-1 y 6-2 con Ajla Tomljanovic, y a la finalista en Australia le corresponde ahora un emparejamiento con Dayana Yastremska, que batió a la campeona del primer major, Sofia Kenin (6-3 y 7-6). Además, la canaria Carla Suárez, que se retirará en este 2020, cedió ante Petra Kvitova por 4-6, 6-3 y 6-0