TESORO FOTOGRÁFICO. Algunas de las imágenes que exhiben el desarrollo de la Tabacalera fue-ron captadas por Nacho López, los hermanos Mayo, los Casasola, Guillermo Kahlo y Antonio Ca-ballero. Foto: Cortesía INBA

CIUDAD DE MÉXICO.- La exposición Somos Tabacalera, que desde hoy se exhibe en el Museo Nacional de San Carlos, reconstruye una parte de la historia urbana, popular, arquitectónica y cinematográfica de la colonia Tabacalera, a partir de 250 fotografías de Nacho López, los hermanos Mayo, Guillermo Kahlo, Antonio Caballero y la agencia Casasola, así como algunas pinturas y grabados sobre la evolución histórica de esta zona de la Ciudad de México que, en algún momento, fue una de las más modernas y cosmopolitas.

La exposición fue curada por Adriana López y, en esencia, refleja la riqueza de la famosa colonia Tabacalera, su patrimonio arquitectónico, su historia, los personajes que la han habitado y cómo fue que entre los años 30 y 40 se convirtió en un epicentro de la vida cultural e intelectual de la Ciudad de México, sin dejar de lado el encuentro entre Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, así como la conformación del propio Museo de San Carlos, que se convirtió en uno de los ejes de la zona.

Lo anterior, debido a que en este edificio no solamente vivió Antonio López de Santa Anna, sino también fue posesión de Maximiliano de Habsburgo, albergó a la Compañía Tabacalera Mexicana Basagoiti Zaldo y es la primera sede de la Lotería Nacional.

La muestra se divide en seis núcleos. En el primero, Muros y memoria, se habla sobre la urbanización de la zona, desde la construcción de la Plaza de Toros y el edificio de la Lotería, así como la colocación de la escultura ecuestre de Carlos IV, el Hotel Reforma —considerado uno de los más lujosos de su época— y el Frontón México.

En el segundo se titula Vivir en la Tabacalera y exhibe escenas de la vida cotidiana e imágenes de los trabajadores de la colonia, como voceros, billeteros y vendedores ambulantes y los diferentes tipos el transporte público

La sigue Monumento a la Revolución, en donde se cuenta la historia del “edificio” construido bajo la dirección del arquitecto francés Émile Bénard, que inició en 1898, para albergar el Palacio Legislativo, aunque con el estallido de la Revolución Mexicana su construcción fue abandonada y se retomó en 1933 bajo la dirección del arquitecto Carlos Obregón Santacilia.

El monumento fue inaugurado el 20 de noviembre de 1938 por el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, para convertirse en el mausoleo de figuras como Venustiano Carranza, Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles, Francisco Villa y, más tarde, del propio Cárdenas. Posteriormente, hacia 1986, el sótano fue adaptado para albergar el Museo de la Revolución.

ZONA DE FILMACIÓN
El cuarto núcleo está dedicado a las películas que tomaron la Tabacalera dentro de su narrativa. Es el ejemplo de cintas como Ustedes los ricos, La noche avanza, Días de otoño y Entrega inmediata, las cuales fueron filmadas en la zona por su arquitectura moderna y su atmósfera urbana y cosmopolita.

Por último, en Testigos de la historia, la muestra detalla la historia del actual recinto museográfico, un edificio que se construyó a finales del siglo XVIII.

La idea original fue de la marquesa Antonia Gómez Rodríguez de Pedroso y Soria, quien planeó la construcción de un palacete como regalo para su segundo hijo, José Gutiérrez del Rivero y Pinillos y Gómez. La obra fue concluida en 1805 por el arquitecto Manuel Tolsá (1757- 1816).

El Palacio fue vendido al conde Antonio de Pérez Gálvez Crespo y Gómez, cuya familia lo poseyó por más de cuatro décadas, periodo en el cual fue arrendado a personajes como el ya mencionado Santa Anna (en 1843) y 21 años después pasó a manos de Maximiliano, quien en 1865 lo otorgó como estancia a François Achille Bazaine, comandante en jefe del ejército franco-mexicano.

Años después, la propiedad pasó a manos del Estado, después en manos del general José Rincón Gallardo y, por último, pasó a Francisco Iturbe. En 1899 se convirtió en sede de la Tabacalera Mexicana Basagoiti Zaldo y Compañía.

Dicho edificio también fue sede, como ya se dijo, de la Lotería, de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, de la Escuela Nacional Preparatoria 4.

Finalmente, en 1965 el gobierno de México restauró el inmueble y el 12 de junio de 1968 se convirtió en el Museo de San Carlos y la Academia de Artes, en donde se albergarían las colecciones más importantes de arte europeo de la Antigua Academia de San Carlos y la Academia de Artes.