Captura de un vídeo que muestra un sumergible de aguas profundas similar al que sufrió un incendio en el que han muerto 14 marineros. AP

Al menos 14 militares han muerto este lunes en el incendio de un sumergible militar ruso en aguas territoriales del país euroasiático, según ha informado el Ministerio de Defensa ruso. El aparato se ocupaba de labores de investigación del fondo marino, según las autoridades. El ejército, que ha informado un día más tarde del suceso, no ha confirmado cuánta gente se encontraba a bordo. El incidente es sospechoso, como han remarcado los medios rusos. Entre los 14 fallecidos hay siete capitanes de primer rango y dos Héroes de Rusia, según ha anunciado el presidente Vladimir Putin.

Las víctimas fallecieron a consecuencia de los gases tóxicos provocados por un fuego que ha sido extinguido. El submarino científico militar está ahora en la base naval de Severomorsk (en el Ártico) y se ha iniciado una investigación. El Ministerio de Defensa no especifica el tipo de aparato de aguas profundas en el que ocurrió el incendio.

El medio ruso RBK que cita una fuente militar asegura que en la embarcación iban 14 personas y que todas han fallecido, pero estos datos no han sido confirmados. El medio apunta que se trata de un “vehículo de descenso” del submarino nuclear AS-12, conocido como Losharik, con base en Severomorsk, donde se concentra la flota del norte de la armada de la Federación Rusa. Lanzado en 2003, Losharik fue diseñado para investigación, rescate y operaciones militares especiales y puede albergar hasta 25 tripulantes. Es del mismo tipo que, según estados Unidos, Rusia usó para manipular cables submarinos, con el objetivo de interceptar o interrumpir comunicaciones.

“El 1 de julio, en aguas territoriales rusas se produjo un incendio en un aparato de investigación de aguas profundas de la armada rusa, diseñado para estudiar el espacio interior y el fondo de los océanos”, dice la nota del Ministerio de Defensa, que afirma que el fuego se produjo durante las mediciones batimétricas. “El fuego se extinguió gracias a la labor valiente del equipo”, ha asegurado el ministerio, sin dar más detalles.

Este es uno de los mayores accidente sufrido por los vehículos submarinos del Ministerio de Defensa ruso desde la catástrofe del submarino nuclear ruso Kursk –se han registrado varios incidentes con muertos, uno de ellos en 2008, con 20 fallecidos–, y ha ocurrido solo unos meses más tarde del estreno de una película sobre la tragedia del Kursk que ha devuelto el recuerdo de los sucedido, y de la pésima gestión de aquella catástrofe.

El caso del Kursk es uno de los accidentes submarinos más trágicos de la historia. El 12 de agosto de 2000, dos explosiones en la sala de torpedos provocaron el hundimiento del barco. Sus 118 tripulantes murieron, algunos durante la explosión, otros en las horas o los días siguientes, en el fondo del mar.

El Gobierno ruso trató de ocultar inicialmente aquella catástrofe y en un primer momento rechazó la ayuda de Noruega, Reino Unido o Estados Unidos. Los medios rusos criticaron la actuación de las autoridades, sobre todo del presidente Putin, que estaba en los primeros cien días de su mandato. Desde entonces, Putin ha ordenado un gran aumento de fondos militares que ha permitido al Ejército renovar el equipo y mejorar el entrenamiento. Aunque no se ha acabado con los accidentes.

El presidente ruso, que debía participar desde este miércoles en un foro turístico sobre los ríos de Rusia en la región de Tver, ha cancelado su agenda y se ha reunido con el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, para tratar el accidente, según ha informado el Kremlin. Putin ha ordenado al ministro seguir de cerca la investigación y volar a la base naval donde se ha trasladado la nave accidentada. Mientras tanto, Defensa ha encargado la investigación al comandante en jefe de la Marina, Nikolai Evmenov, quien anteriormente dirigió la Flota del Norte, según la agencia estatal Tass.