Lorenzo Córdova fue enfático este martes en San Lázaro: el Instituto Nacional Electoral (INE) no podría organizar las elecciones federales y, simultáneamente, las de 32 entidades.

Pensar que las juntas y consejos locales y distritales del INE pueden encargarse de las elecciones federales, estatales y municipales -explicó- no toma en cuenta “el pequeño detalle de la geografía electoral vigente, de 300 distritos federales, que no corresponde en su territorialidad con los 576 consejos distritales locales, ni con los consejos municipales”, agregó.

El consejero pdel INE advirtió también que abaratar las elecciones a través de la desaparición de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE), del Consejo General, la reducción de prerrogativas y disminuyendo el tamaño de las Cámaras del Congreso, no reduciría costos y “podría poner contra las cuerdas el sistema democrático”.

Al participar en los Foros de la Reforma Electoral y del Estado en la Cámara de Diputados, se refirió a tres cosas que podrían verse vulneradas: “la autonomía de las autoridades electorales, la operatividad del propio sistema electoral y el pluralismo político en el que se ha avanzado tras décadas de lucha democrática”.

Ante los coordinadores de los grupos parlamentarios,diputados y funcionarios electorales, Córdova Vianello afirmó que el sistema electoral funciona y funciona bien.

Si no fuera así, dijo, “no habría sido posible la tercera alternancia a la Presidencia ni el inédito grado de cambios de ganador que el país ha experimentado en los últimos cinco años, precisamente desde que ha venido operando el Sistema Nacional de Elecciones, derivado de la reforma del 2014”.

Ahorro de 7 mil millones de pesos

El Presidente del INE agregó que, si lo que se quiere es reducir costos, esto sería posible sin desaparecer la estructura que se ha construido en el último lustro ni incrementar las atribuciones de la autoridad electoral, por lo que propuso medidas que significarían ahorros por casi 7 mil millones de pesos.

Por ejemplo, la modificación de la Ley General de Partidos Políticos para que en el cálculo de las prerrogativas de los partidos locales, se multiplique el padrón de cada estado por el 30% y no por el 65% de una UMA (Unidad de Medida y Actualización), podría ahorrar casi 2 mil 500 millones de pesos al año. Además, dijo, el voto en urna electrónica implicaría economías de recursos por 4 mil 500 millones de pesos.

Si se aprobara la iniciativa que plantea desaparecer los OPLE y sustituirlos por consejos locales del INE nombrados desde la Cámara de Diputados, agregó el Consejero Presidente, “no sólo se generarían problemas operativos, sino que habría una vulneración directa a la autonomía del sistema electoral, a partir de una cooptación política de las autoridades electorales”.

La desaparición de los OPLE, indicó, implica que el INE debe transformarse o refundarse, ampliando sus estructuras en los estados, incrementando sus capacidades operativas y, por lo tanto, necesitando más recursos.

“Lo digo con todas las letras, así como estamos no puede el INE organizar simultáneamente las 32 elecciones locales y, además, las federales, como ocurrirá, por cierto, por primera vez en 2021”.

Córdova Vianello añadió que no se trata de carecer de autocrítica, pero la mejora del sistema electoral representa el menor de los problemas que enfrenta el país. “Volvamos la vista atrás, a 1989, y quizá la única asignatura en la que hemos avanzado consistentemente es la de contar con elecciones libres, equitativas y confiables. No ocurre lo mismo con los problemas de desigualdad, pobreza, inseguridad, corrupción e impunidad entre otros ominosos pendientes”, señaló.

El consejero presidente del INE también cuestionó la propuesta de desaparecer o reducir la representación proporcional, lo cual “mina el carácter incluyente de nuestro sistema político y restringe el espacio que tienen, que deben tener en democracia las minorías, para participar en la toma de decisiones”.

Agregó que la representación proporcional garantiza el pluralismo y que más bien debería pensarse en cómo incrementar la cuota proporcional, o incluso avanzar hacia el ideal democrático de la plena proporcionalidad.