Kelly Catlin, en julio de 2015 tras ganar la prueba individual de ciclismo para mujeres en los Juegos Panamericanos de Milton (Ontario, Canadá). FELIPE DANA AP

La deportista estadounidense Kelly Catlin, que se alzó con la plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y se proclamó tres veces campeona mundial de ciclismo de persecución, falleció el pasado viernes a los 23 años de edad, según han informado fuentes de la Federación de Ciclismo de EE UU. La revista especializada en ciclismo Velo News ha desvelado que el padre de la ciclista confesó que su hija se había suicidado en su casa de California.

“La comunidad ciclista estadounidense ha sufrido una pérdida devastadora con la muerte de Kelly Catlin, miembro del equipo nacional”, ha lamentado el presidente de la federación, Rob DeMartini, en un comunicado divulgado este domingo en las redes sociales. Nacida en Minesota el 3 de noviembre de 1995, la deportista se quitó la vida el viernes en su casa, California, según han informado también medios locales. En la carta enviada a Velo News, el padre de la joven, Mark Catlin, ha dicho que la familia está “sufriendo un dolor increíble”. “No pasa un minuto sin que piense en ella y en la vida maravillosa que podía haber tenido. No pasa un segundo en que no pensemos que daríamos nuestras vidas a cambio de la de ella”, ha escrito el padre.

Kelly Catlin, que además estudiaba ingeniería informática en la Universidad de Stanford y tocaba el violín, era una de las grandes figuras del ciclismo en pista, con tres títulos mundiales (2016, 2017 y 2018) y su plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, también en ciclismo de persecución. En una entrevista publicada recientemente en Velo News, la deportista reconoció que le costaba compaginar todas sus actividades, por lo que era importante saber “reconocer” los límites de cada uno y aprender a “pedir ayuda cuando lo necesitas”. “La verdad es que, la mayoría de las veces, no consigo que las cosas funcionen. Es como hacer malabares con cuchillos; la verdad es que se me están cayendo muchos, lo que pasa es que la mayoría caen al suelo y no sobre mí”, añadió.