El secretario de Estado, Mike Pompeo. ERIC BARADAT AFP

Estados Unidos dejará en suspenso uno de los últimos grandes tratados de control de armas nucleares con Rusia, el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), el primer acuerdo de desarme firmado en la guerra fría y que ha contribuido a alejar de Europa los misiles de rango corto y medio durante décadas. Así lo ha anunciado este viernes por la mañana el secretario el Estado, Mike Pompeo, que ha acusado a Rusia de incumplir sistemáticamente los términos del acuerdo.

“Las violaciones de Rusia ponen a millones de europeos y estadounidenses en mayor riesgo”, ha dicho Pompeo. “Es nuestro deber responder adecuadamente”.

La suspensión, que entrará en vigor este sábado, desata los temores de una nueva carrera armamentística. Moscú, en virtud de los términos del acuerdo de 1987, tendrá seis meses para cumplir con sus obligaciones, al término de los cuales, si no lo hace, el tratado quedará definitivamente anulado.

Se venía especulando desde hace meses con la retirada de EE UU, que lleva años acusando a Rusia de incumplir sus obligaciones con el tratado. Moscú niega cualquier violación. A principios de diciembre, Pompeo anunció que Washington daba 60 días a Moscú para volver a cumplir los términos del tratado, antes de proceder a emitir el anuncio formal de retirada del acuerdo. Vencido el plazo, se produce el anuncio formal.

“Estados Unidos suspenderá sus obligaciones en el marco del Tratado INF y comenzará el proceso de retiro”, ha dicho el presidente Donald Trump en un comunicado. La retirada, ha añadido, “se completará en seis meses, a menos que Rusia vuelva a respetarlo destruyendo todos los misiles, lanzadores y equipos que violan el texto”

Para poder revertir la suspensión del tratado en el plazo de seis meses que se abre el sábado, se le exige a Rusia destruir todos los misiles y lanzaderas que violen los términos del mismo. No contempla Washington posibles inspecciones a los arsenales sospechosos o limitaciones del alcance de los proyectiles.

El presidente Trump ha asegurado contar del “total apoyo” de los aliados de la OTAN, que “comprenden la amenaza que constituyen las violaciones de Rusia y los riesgos al control armamentístico que supone ignorar dichas violaciones”.

El INF, firmado por el entonces presidente norteamericano Ronald Reagan, y el secretario general del Partido Comunista de la antigua URSS, Mijaíl Gorbachov, constituye un hito de la guerra fría. Fue el primer acuerdo entre las dos potencias que prohibía directamente una categoría entera de armas: los misiles de crucero de tierra con un rango de entre 500 y 5.500 kilómetros. Oficiales estadounidenses han expresado recientemente preocupación por el hecho de que China, que no es firmante del tratado, está adquiriendo peso militar en Asia desplegando misiles con rangos como los que prohíbe el acuerdo. Abandonar el tratado podría permitir a EE UU contrarrestar ese avance chino. Pompeo ha dicho, sin embargo, que Washington está “listo” para continuar hablando con Rusia “sobre el tema del desarme”.