El viaducto que conecta Senegal y Gambia sienta las bases del corredor Dakar-Lagos, que vinculará 11 países

Los presidentes de Senegal y Gambia, Macky Sall y Adama Barrow, han inaugurado este lunes con gran pompa el puente Senegambia, el primer viaducto que cruza el río Gambia y que facilitará la comunicación entre el norte y el sur de Senegal. No ha sido fácil. El proyecto fue concebido hace más de 40 años, pero las complejas relaciones diplomáticas entre ambos países, sobre todo debido al conflicto independentista de Casamance, lo frenaron una y otra vez. Ahora el sueño de un corredor terrestre que una a las principales ciudades de África occidental entre Dakar y Lagos a través de 11 países está más próximo.

La obra, realizada en cuatro años por el grupo de empresas hispanolibanés Corsan/Arezki, ha tenido un coste de unos 75 millones de euros y ha sido financiada prácticamente en su totalidad por el Banco Africano de Desarrollo (BAD) y el Banco Mundial. “Todas las grandes obras residen primero en nuestros sueños. Y esta es una de ellas”, dijo Sall durante el acto inaugural, en el que tuvo palabras de elogio para su homólogo gambiano. “Este puente facilita la conexión terrestre entre nuestros países y refuerza la cohesión de nuestros pueblos”, añadió. “Hoy acaban cientos de años de dificultades de circulación para senegaleses y gambianos”, dijo Barrow.

Un puente para unir más a África Estamos listos para morir en la ruta”
Hasta ahora llegar por carretera desde Dakar hasta Ziguinchor, en el sur del país, era una odisea que implicaba o bien rodear toda Gambia en un viaje de hasta doce horas o cruzar el río mediante unas barcazas o el ferry de Banjul. A partir de hoy el mismo viaje será de unas ocho horas y sin escalas, al menos para vehículos ligeros, pues el viaducto no se abrirá a camiones hasta el mes de julio. Por ello son los habitantes de las tres regiones sureñas, Kolda, Sedhiou y Ziguinchor, los que han recibido con más satisfacción esta nueva infraestructura que mide casi un kilómetro de largo, 20 metros de alto y 12 de ancho y que cuenta con dos carriles de peaje. Las tarifas serán fijadas por ambos países y gestionadas por Gambia.

Más allá de las consecuencias para ambos países, este puente supone salvar uno de los grandes obstáculos del proyecto de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) de construir un corredor terrestre entre Dakar y Lagos y que, a su vez, forma parte de la Autopista Transafricana que desarrollan Naciones Unidas y la Unión Africana. El continente avanza cada vez más rápido hacia una mayor integración con iniciativas como la creación de la Zona de Libre Comercio Continental, un gigantesco mercado único sin barreras aduaneras al que se han sumado en 2018 prácticamente todos los países africanos y que debe ser impulsado este año. La mejora de las infraestructuras terrestres es una parte indisoluble de este proceso de integración regional.

La inauguración del puente también ilustra las excelentes relaciones que mantienen ambos países tras el derrocamiento del dictador gambiano Yahya Jammeh hace dos años. Desde los primeros días, Macky Sall se convirtió en el mejor aliado de Adama Barrow y fue Senegal quien más tropas aportó a la coalición militar de la CEDEAO que forzó la salida de Jammeh después de que este perdiera las elecciones y se negara a dejar el poder en enero de 2017.

Asimismo, la apertura del viaducto que une a las localidades gambianas de Farafeni y Soma coincide con la precampaña electoral en Senegal. En las últimos semanas, Macky Sall ha pisado el acelerador y ha inaugurado el Museo de las Civilizaciones Negras, un tramo del Tren Express Regional (TER), la rehabilitación de la estación ferroviaria de Dakar y la autopista a Touba, entre otras infraestructuras. Asimismo, este jueves esté previsto que corte la cinta del Mercado de Diamnadio, la nueva ciudad que está surgiendo de la nada a unos 35 kilómetros de la capital y que se convertirá en el nuevo eje vertebrador del país.

Sin embargo, el ambiente político comienza a enrarecerse en Senegal de cara a los comicios del 24 de febrero tras la exclusión de la carrera presidencial de una veintena de aspirantes, entre ellos los dos principales rivales del actual presidente, el exalcalde de Dakar Khalifa Sall y el candidato del principal grupo de oposición Karim Wade, ambos condenados por corrupción en dos polémicos procesos judiciales.