El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha planteado despedir al presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, al tiempo que su frustración crece luego de meses de perdidas en los mercados y de que esta semana el banco central decidiera subir su tasa de interés por cuarta vez en el año, dijeron a Bloomberg cuatro personas familiarizadas con el tema.

Consejeros cercanos a Trump no están convencidos de que despedida a Powell y esperan que el último ataque de ira del presidente se disipe después de las vacaciones decembrinas, comentaron las personas en condición de anonimato.

Algunos de estos consejeros han advertido al mandatario estadounidense que despedir al presidente de la Fed sería un movimiento desastroso.

A pesar de esto, Trump ha discutido el tema de despedir a Powell muchas veces en los últimos días, dijeron dos de las cuatro personas.

Cualquier intento de Trump de quitar del cargo a Powell tendría potenciales efectos secundarios devastadores en los mercados financieros; además, quebrantaría la confianza de los inversores en la habilidad de la Fed de cuidar la economía de EU sin interferencia política.

Esta posibilidad llega en el contexto de unos mercados que se han desplomado en las últimas semanas, con los mayores índices bursátiles en sus niveles más bajos del año.

Voceros de la Casa Blanca y la vocera de la Fed, Michelle Smith, declinaron hacer comentarios al respecto.

Las quejas públicas de Trump contra miembros de su administración han sido a menudo el primer paso antes de sus salidas, incluidas las del exfiscal general Jeff Sessions; su primer secretario de Estado, Rex Tillerson; y la del saliente jefe de gabinete, John Kelly.

No está claro cuánta autoridad legal tiene Trump para despedir a Powell. La Ley de la Reserva Federal dice que los gobernadores del banco central pueden ser “removidos por causa por el presidente”.

Desde que el presidente de la Fed es también gobernador, lo que dice la Ley se extiende a quien encabeza el banco central, pero las reglas sobre despedir al líder de la Reserva Federal son legalmente ambiguas, tal como Peter Conti-Brown, de la Universidad de Pensilvania, escribió en su libro sobre la independencia de la Fed.

El movimiento de Trump representaría un reto sin precedentes para la independencia del banco central de EU. Como fue nominado por el presidente estadounidense, se pensaba que Powell estaría protegido de la ‘ira’ de Donald Trump debido a una tradición de respeto a la independencia de la Fed.

La separación entre la política y la política monetaria está prevista como un refuerzo a la confianza de que los representantes de la Fed harán lo que es correcto para la economía a largo plazo y no en el corto plazo que presuponen los políticos.

La frustración de Trump con Powell se ha intensificado en los últimos días, dijeron dos de las fuentes. Trump apunta a parar las alzas en las tasas de interés -a pesar de que eso detenga el crecimiento de la economía-, pero tal movimiento podría ser contraproducente al ‘enturbiar’ a unos mercados financieros ya turbulentos.

Otro problema si despiden al presidente de la Reserva Federal sería encontrar un sustituto que esté seguro que no tendrá la misma suerte que Powell.