Las finanzas públicas durante los primeros años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador podrán conservar el balance primario en terreno positivo, pero será inferior a lo que se alcanzará este 2018 y de menos de la mitad de lo registrado en 2017, según proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El organismo proyecta que el balance primario del gobierno mexicano terminará 2018 con un superávit de 1.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), debajo del 3.0 por ciento reportado en 2017. Para el periodo del 2019-2023, la previsión es que este indicador se mantenga en el rango de 1.0 por ciento.

En su reporte Monitor Fiscal, titulado este año “Administrando la Riqueza Pública”, el organismo señala que las cicatrices de la crisis financiera a diez años, ponen nuevamente de relieve la importancia del saneamiento de los balances públicos, mediante una reducción de la deuda y la inversión en activos de gran calidad.

“Nuestra investigación muestra que pocos gobiernos conocen cuánto poseen o cómo utilizan esos activos para el bienestar público. Conocer lo que un gobierno posee y cómo pueden poner sus activos en mejor uso, es importante porque pueden ganar cerca de 3 por ciento del PIB más en ingresos cada año y reducir riesgos al mismo tiempo”, indica Vitor Gaspar, Jason Harris y Alexander Tieman, en su artículo publicado en el blog del organismo.

De acuerdo con este documento que proyecta las finanzas públicas de 31 economías; al cabo del 2019, el primer año de la próxima administración federal, los ingresos gubernamentales en México serán equivalentes al 21.7 por ciento del PIB, un ligero descenso sobre el nivel que se prevé alcanzarán este 2018 de 22.2 por ciento; en tanto que el gasto público se mantendrá con un marginal descenso a 24.2 por ciento del PIB, comparado con 24.7 por ciento que significará este 2018.

Para estas previsiones, el organismo internacional asume que las proyecciones fiscales para 2018 están en línea con el presupuesto aprobado y que para 2019 en adelante asumirán el cumplimiento de las normas establecidas en la Ley de Responsabilidad Fiscal.

Los balances del sector público ofrecen el panorama más completo del patrimonio público, agrupan todos los activos y pasivos acumulados sujetos al control del gobierno, como las sociedades públicas, los recursos naturales y los compromisos por pensiones. Por tanto, representan la totalidad de lo que tiene y debe el Estado y proporcionan una imagen fiscal más amplia, no limitada a la deuda y los déficits, explica en el reporte presentado desde Bali, Indonesia, en el marco de los trabajos de apertura para la Reunión de Otoño del FMI y del Banco Mundial.

Patrimonio por 101 bdd

Al analizar la riqueza pública de 31 países, el FMI concluye que el valor de los activos de sus gobiernos asciende a 101 billones de dólares, equivalente al 219 por ciento del PIB de la muestra.

Estos activos consisten en infraestructura pública como carreteras, puentes y tuberías de alcantarillado, así como también el dinero del gobierno, bancos, inversiones financieras y pagos que le hacen individuos y empresas. Las reservas de recursos naturales también son parte de esos activos, así como las empresas propiedad del estado, bancos públicos y en muchos países empresas de servicios como electricidad y compañías de agua.

Por el lado de los pasivos totales, éstos son muchos más grandes que la deuda por sí sola. El FMI estima que llegan a alrededor del 198 por ciento del PIB, menos de la mitad del cual corresponde a la deuda pública del gobierno general.

Las obligaciones de pensión a los funcionarios públicos son una gran parte del resto, pero pocos países las registran como tales. Otra parte es la deuda de las empresas públicas. La mayoría de las medidas estándar de deuda del gobierno general no incluyen esto, lo que significa que cantidades significativas de deuda pública Se clasifican como deuda privada.

El organismo considera que todos los gobiernos pueden gestionar mejor sus recursos comenzando por reunir datos para obtener una estimación aproximada de los activos, pasivos y riqueza del sector público.

Con el tiempo, una mejor recopilación de estadística, puede mejorar la precisión de estas estimaciones.