Gerard, primo de Abidal, y el exfutbolista, en el hospital en 2012 en una imagen publicada por el propio jugador. TWITTER

Gerard, primo de Abidal, y el exfutbolista, en el hospital en 2012 en una imagen publicada por el propio jugador. TWITTER
La titular del juzgado de instrucción 28 de Barcelona ha decidido dar carpetazo al caso del trasplante de hígado al exjugador y actual secretario técnico del Barcelona, Eric Abidal. La juez considera que no existen nuevas evidencias que hagan necesario reabrir el proceso, archivado por ella misma el pasado mes de abril. Con esta decisión, la Fiscalía de Barcelona ve rechazada su petición de llevar a cabo nuevas investigaciones tras sospechar de algunos documentos del caso.

La juez ratifica así la legalidad de la intervención quirúrgica, en la que Gerard Armand Abidal —primo del jugador ya que tienen una abuela en común— actuó como donante vivo. El trasplante se llevó a cabo en el Hospital Clínic de Barcelona. En estos trasplantes, el enfermo recibe una parte del hígado de una persona compatible.

La intervención, llevada a cabo en 2012, no despertó ninguna suspicacia hasta que unas conversaciones telefónicas entre Sandro Rosell, y un colaborador —incluidas en el proceso judicial que mantiene al expresidente del Barcelona en prisión— dieron a entender que Gerard no era primo de Abidal y que había recibido dinero para ser donante.

El juez abrió a principios de 2017 una pieza separada en la que llegó a solicitar una comisión rogatoria a Francia para tomar declaración a Gerard Armand Abidal como investigado y someterle a un reconocimiento médico. Un tribunal de Lyon, sin embargo, rechazó la petición ya que la legislación francesa no tipifica el tráfico de órganos en los mismos términos que la española. Tras esta negativa, la juez cerró el caso.

Tras hacerse públicas estas conversaciones el pasado mes de julio, sin embargo, la fiscalía solicitó al juez la reapertura del caso y la emisión de una nueva petición a Francia —en esta ocasión en forma de orden europea de investigación— para que Gerard fuera sometido al examen médico.

La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y el Hospital Clínic también abrieron sendas investigaciones que concluyeron que, dentro de sus respectivos ámbitos, el trasplante se había llevado a cabo de acuerdo con los requisitos exigidos por la ley.

El abogado de Abidal, Carles Monguilod, se opuso a la petición del fiscal al considerar que el sobreseimiento libre del caso ya dictado hacía que este ya fuera cosa juzgada sin que hubiera nuevos indicios que justificaran su reapertura. La ONT, en cambio, decidió sumarse a la petición de la fiscalía en su deseo de “despejar cualquier atisbo de duda sobre el caso”, según un portavoz.

La fiscalía sospechó de algunos documentos al ver que existían diferencias entre las actas de consentimiento firmadas por las partes antes de llevar a cabo la operación, en 2012, aportadas por el Hospital Clínic y la juez encargada del Registro Civil. La más importante era la disposición de las firmas en los documentos, especialmente en la del primo de Abidal.

Tras escuchar a la responsable del registro, sin embargo, la juez considera aclarada estas dudas. Además, el auto recalca que toda la documentación médica está en regla y que la petición a Francia de una orden europea de investigación, además de inviable por las diferencias legales entre los dos países, es innecesaria.