Un grupo de personas a favor de Fujimori, en la puerta de la clínica en la que está ingresado. M. BAZO REUTERS

El expresidente peruano Alberto Fujimori ha afirmado este jueves, casi 48 horas después de que la justicia del país sudamericano anulase su indulto y ordenase su arresto inmediato, que, si regresa a prisión, su corazón “no lo va a soportar”. “Quiero pedirle al presidente de la República [Martín Vizcarra] y a los miembros del poder judicial una sola cosa: por favor, no me maten, si regreso a prisión mi corazón no lo va a soportar, está demasiado débil para volver a pasar por lo mismo”, ha dicho Fujimori, de 80 años, en un mensaje difundido por una emisora nacional.

El autócrata, condenado en 2009 a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad —entre ellos, secuestro, asesinato y lesiones—, recibió el indulto a finales del año pasado por el expresidente Pedro Pablo Kuczynski cuando este atravesaba un periodo de máxima debilidad política y necesitaba del apoyo de la bancada fujimorista. “No me condenen a muerte, ya no doy más”, ha agregado el exmandatario, que gobernó Perú entre 1990 y 2000 y que, tras la anulación de la medida de gracia, está ingresado en un centro hospitalario de Lima.

Tanto el presidente Vizcarra como el primer ministro, César Villanueva, han guardado un escrupuloso silencio tras la decisión judicial, que amenaza con dificultar aún más su ya de por sí compleja gobernabilidad. El Ejecutivo, a través del Ministerio de Justicia, se limitó a asegurar el miércoles por la noche, a través de un escueto comunicado, que respetará la decisión de la Corte Suprema. “Como Gobierno somos respetuosos de la independencia del poder judicial que implica el acatamiento de los fallos”, reza la nota.

La Policía ya está en la clínica
Este jueves por la mañana, un grupo de policías judiciales entró a la clínica Centenario para mantener custodiado al autócrata. El ministro de Interior, Mauro Medina, informó de que Fujimori irá a prisión cuando reciba el alta médica. “La policía está procediendo con la orden del juzgado. [Fujimori] está con personal de resguardo en la clínica. Estamos a la espera, solamente, de que el médico [que le trata] disponga el alta para que pueda ser conducido a donde el Instituto Nacional Penitenciario determine”, dijo en declaraciones a un canal de televisión.

El miércoles por la noche, el médico de cabecera del autócrata, Alejandro Aguinaga, señaló que no sabe cuándo saldrá Fujimori del nosocomio y que su paciente fue ingresado a la unidad de cuidados intermedios. Según el testimonio del doctor, el político presentó “una descompensación por aumento de la intensidad de los latidos del corazón, compatible con una reaparición del cuadro que ya padece, fibrilación auricular, y una caída de la presión arterial”.

Mientras Fujimori estuvo recluido en una vivienda ubicada en el complejo de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional —cumpliendo su condena— salió numerosas veces a la misma clínica en la que está ahora, de la comunidad peruano-japonesa. En ninguna de esas ocasiones representantes del centro médico han informado sobre el estado de salud del paciente. Tampoco ahora.

El expresidente Kuczynski, quien concedió la gracia a Fujimori minutos antes de la Nochebuena pasada, dijo el miércoles al diario El Comercio que la anulación del indulto era “una pérdida personal” porque había seguido al pie de la letra la Constitución peruana. “No me arrepiento de haber indultado a Fujimori”, declaró.

En la condena de 2009 que sentenció al autócrata a 25 años de prisión —periodo que finaliza en 2032— se le consideraba autor mediato por los delitos de homicidio calificado, lesiones graves y secuestro agravado por los casos La Cantura y Barrios Altos: masacres cometidas en 1991 y 1992 por el Grupo Colina, el destacamento del Ejército que creó durante su segundo Gobierno. En el mismo proceso, Fujimori también fue condenado por el secuestro del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer en 1992. El presidente del tribunal que dictó aquella primera sentencia, César San Martín, señaló que existen pruebas suficientes para considerar que Fujimori fue autor mediato de crímenes de lesa humanidad.