El Cártel del Golfo tiene en su seno distintos grupos que luchan entre sí para controlar territorios. (Shutterstock)

Tres facciones del Cártel del Golfo que buscaban “generar terror entre la población” para tomar el control de un territorio cercano a la frontera con Estados Unidos fue el móvil de los ataques que ocurrieron el fin de semana en Reynosa y dejaron 19 fallecidos, revelaron investigaciones de la Fiscalía estatal de Tamaulipas.

A tres días de los ataques, las pesquisas apuntan a que fueron realizados por dos facciones del Cártel del Golfo, ‘Los Escorpiones’ y ‘Los Ciclones’, que se unieron para “desestabilizar” y “obtener territorio en Reynosa”, donde opera una tercera facción de esa organización conocida como ‘Los Metros’, afirmó el martes Irving Barrios Mojica, fiscal general de Tamaulipas.

El funcionario agregó -a un medio local- que a los delincuentes les interesaba un área donde hay intercambio de mercancías entre México y Estados Unidos.

Las facciones de Los Escorpiones y Los Ciclones operan en los municipios de Río Bravo y Matamoros del estado de Tamaulipas, mientras que Los Metros se concentran en Reynosa, precisó el fiscal al medio radiofónico.

Reynosa, con más de 600 mil habitantes, es escenario habitual de actos de violencia vinculada al crimen organizado y punto estratégico de los tráficos ilegales. En esa región opera el Cártel del Golfo que tiene en su seno distintos grupos que luchan entre sí para controlar territorios clave para el tránsito de drogas y migrantes.

Los delincuentes, que se desplazaban en tres vehículos, ingresaron a un sector de Reynosa el pasado sábado a las 12:30 horas y poco después se le unieron otros criminales que iban en tres vehículos, relató Barrios Mojica. “Entraron disparando a diestra y siniestra por todos lados… se metieron a robar tiendas, ingresaron a un taller mecánico, les quitaron los teléfonos, se robaron unos vehículos”, acotó.

En los ataques contra la población civil fallecieron 15 personas.

El fiscal dijo que elementos de la policía estatal arribaron unos 20 minutos después y agregó que se está investigando por qué en ese momento no fue desarticulado el primer grupo de delincuentes que “era relativamente pequeño”, y que luego creció cuando se le sumó el otro grupo. Las fuerzas policiales tuvieron dos enfrentamientos armados con los atacantes en los que resultaron muertos cuatro presuntos delincuentes y quinto quedó herido y está bajo custodia.

Los tiroteos provocaron la movilización del Ejército, la Guardia Nacional, la policía estatal y la fiscalía del estado, que se desplegaron por toda la ciudad, pero según el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, una ONG presente en la región, falló la coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad.

Según los testimonios recabados por este colectivo “durante más de una hora se generaron angustiosos llamados de auxilio… y ninguna autoridad respondió oportunamente”.

La fiscalía federal de México asumió las investigaciones del caso junto con la fiscalía del estado de Tamaulipas.

Los eventos de Reynosa ocurren en medio de crecientes cuestionamientos contra las políticas de seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien luego de tres años en el poder sostiene que sus acciones contra la delincuencia, que se sustenta bajo el lema de “abrazos, no balazos”, han sido más efectivas y menos violentas que en administraciones pasadas.

Analistas y opositores refieren que el Gobierno no tiene un plan de seguridad definido y solo aplica acciones aisladas que no han contribuido a resolver el problema, mientras las organizaciones criminales y los cárteles de droga han ampliado sus áreas de control.

En los primeros cinco meses del año los delitos federales bajaron 27.2 por ciento, en comparación con igual periodo del 2019, dijo el lunes la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien agregó que entre enero y mayo hubo una disminución de 2.9 por ciento en los homicidios dolosos, respecto del mismo periodo del año pasado, que alcanzaron un total de 14 mil 243 casos.