CIUDAD DE MÉXICO.- Tras el cierre temporal de sus 15 librerías hace un año, el 6 de abril de 2020, debido a la contingencia sanitaria por covid-19, las ventas de la cadena El Sótano cayeron 75 por ciento en comparación con 2019, cuando éstas ascendieron a 2.5 millones de ejemplares. Pero en marzo de 2021, el grupo casi alcanzó el equilibrio al expender sólo 2 por ciento menos que la cantidad citada.
Prácticamente estamos alcanzando el nivel de ventas de antes de la pandemia, a pesar de las dificultades enfrentadas, por lo que veo con optimismo el futuro inmediato”, comenta en entrevista con Excélsior Rodrigo López Ramírez, director de la cadena librera que nació hace 54 años, en 1967, en el sótano del Palacio de Bellas Artes, a iniciativa de su padre, Manuel López Gallo.
Con establecimientos en la Ciudad de México, Guadalajara, León, Querétaro y Puebla, más otro que abrirá dentro de un mes en Monterrey, afirma el promotor, El Sótano posee un catálogo de 110 mil títulos, entre los que tiene en exhibición y en almacén, y unos 60 mil libros electrónicos, que pueden surtir en dos días.
Nos oponíamos a que nos cerraran, porque creemos que los libros son esenciales no sólo para nuestra economía, sino para la comunidad y el país. Los libros son, junto con las medicinas y los alimentos, los tres artículos que no generan IVA. Por eso se nos hizo increíble que no nos consideraran como actividades esenciales para seguir operando”, explica.
Quien estudió Letras Alemanas en la UNAM, y realización de cine en Berlín (Alemania), señala que, por esta razón, se sumaron a la carta abierta que la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem)dirigió al presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 3 de febrero, en la que se solicita la ratificación de las librerías como una actividad esencial.
Hasta el momento no ha habido respuesta. Afortunadamente ya pudimos abrir. Pero, por ejemplo, en León (Guanajuato) sí nombraron esenciales a las librerías. Nunca cerramos y desde hace varios meses estamos vendiendo 4 por ciento más que en 2019. Ahí vemos la importancia de esta clasificación; pero no sólo previo al regreso a clases, como sucedió en agosto pasado, sino durante toda la pandemia, por si regresamos al semáforo rojo”, añade.
El timonel de las librerías desde 2018 agrega que gracias a que su página web (elsotano.com) nunca dejó de funcionar pudieron recuperarse, pues tuvieron un incremento en las ventas, en algunos meses, hasta de 400 por ciento en comparación con 2019.
Dice que este 2021 ha sido motivador. “Ver a la gente formada para acceder a las librerías con el aforo controlado, los colaboradores están contentos y los lectores ávidos. También hemos aprendido que debemos unirnos entre libreros y editores. Nos aliamos con la Red de Librerías Independientes (RELI), creamos una página de internet de ellas, en la cual puedes comprar tu libro y escoges a qué librería le dedicas esa venta y se le da un porcentaje”.
Rodrigo López indica que seguirán impulsando iniciativas exitosas como la biblioteca-librería ubicada en un contenedor en el bajo puente de Río Churubusco y Centenario, en Coyoacán, que se abrió en noviembre de 2019, la que “está vendiendo el doble que en sus inicios y está atendiendo al triple de personas que la visitan como biblioteca”, destaca.
Lamenta que, por la pandemia, no hayan podido multiplicar este proyecto. “Queremos llevarlo a la periferia de la ciudad y a la provincia, pues el contenedor de 2 x 6 metros es muy versátil. La gente va a asesorarse sobre sus lecturas y compra. Se ha atendido en total a mil usuarios de la biblioteca”.
El empresario, quien aclara que la sucursal de Miguel Ángel de Quevedo concentra 35 por ciento de sus ventas, advierte que seguirán luchando para que consideren a las librerías como actividad esencial y que los legisladores autoricen la tasa cero de IVA, es decir, que, así como ellos no cobran este impuesto, que la Secretaría de Hacienda les regrese el IVA que pagan en sus establecimientos.
Esperamos una pronta recuperación”.
