El directivo comentó que muchas empresas en México aún no han ajustado su fuerza laboral al nuevo nivel de demandaCuartoscuro

A América Latina le esperan más consecuencias de la pandemia de COVID-19, incluida la posibilidad de un aumento del desempleo y un resurgimiento de conflictos sociales, según el presidente de Citigroup para la región.

Muchas empresas en México, por ejemplo, “no han ajustado su fuerza laboral al nuevo nivel de demanda”, a excepción de las industrias del turismo y las aerolíneas, señaló Ernesto Torres Cantú en una reunión virtual con periodistas de Bloomberg.

Es probable que esos recortes de empleos se produzcan el próximo año, adelantó.

En otras partes de la región, la pandemia intensificó los problemas que ya se habían agravado.

“Hubo conflicto social en Chile, Colombia, Ecuador, Haití. Y la pandemia agudiza las razones de esas manifestaciones, con una desigualdad creciente, por lo que podemos ver un resurgimiento de eso”, dijo.

La economía de América Latina probablemente sufrirá más que casi cualquier otra región por la pandemia, a medida que la demanda de productos básicos disminuya y las medidas de estímulo sean insuficientes. Se espera que el Producto Interno Bruto se contraiga alrededor de 6.5 por ciento este año, y México sufrirá un impacto aún mayor de 10 por ciento, según datos compilados por Bloomberg. Eso se compara con la contracción de 3.9 por ciento que predicen los economistas para la economía global.

En respuesta, Citigroup está brindando alivio a los prestatarios y aumentando las reservas en México, según Torres Cantú. Apuntó que Citigroup espera una mayor tasa de incumplimiento de los préstamos individuales durante la primera mitad de 2021.

La respuesta de México
Torres Cantú consideró que las medidas de estímulo económico de México representan menos de 0.1 por ciento del PIB del país, un nivel que está “penalizando” a la economía.

“Es bueno tener disciplina fiscal, y eso casi siempre es cierto, excepto durante una pandemia”, enfatizó Torres Cantú, quien fue director general de la unidad Citibanamex del banco en México desde 2014, hasta que asumió como presidente de operaciones latinoamericanas el año pasado, en reemplazo de Jane Fraser.

Citigroup aumentó las provisiones para pérdidas crediticias al doble de lo que exige la ley en México y redujo los préstamos, agregó el directivo. El banco tiene una participación de mercado cercana a 40 por ciento en tarjetas de crédito en el país, el único lugar de Latinoamérica donde la firma permanece en banca minorista, ya que tiene “la escala necesaria para competir”, según Torres Cantú.

Muchos analistas han instado a Citigroup a desinvertir sus operaciones en México, donde tiene la red de sucursales más grande de la compañía: mil 406 ubicaciones, en comparación con 687 en EU. El banco se acerca al final de un plan de cuatro años para invertir mil millones de dólares en su negocio en el país.

Dinámicas diferentes
La banca corporativa y de inversión en América Latina se está desempeñando bien en Citigroup, porque las grandes empresas tienen “dinámicas que son diferentes”, comentó Torres Cantú.

“Llegaron a la crisis con balances sólidos y tendrán muchas oportunidades para adquisiciones de empresas medianas y pequeñas que no podrán aguantar mucho tiempo con la crisis tal como está”, explicó.

Eso debería provocar un repunte en el negocio de asesoría de fusiones y adquisiciones y la banca de inversión en su conjunto.

El ejecutivo de 56 años declaró que si bien la pandemia probablemente significará que muchos tipos de empleados continuarán trabajando desde casa, los banqueros de inversión siempre necesitarán reuniones cara a cara con los clientes.

“Para crear la cultura de una empresa, para aprender de su jefe debe ser en persona”, subrayó Torres Cantú, quien comenzó en 1989 como banquero corporativo en Banamex, el banco mexicano que Citigroup compró en 2001. “En Zoom, terminas la reunión y no hay conversación, simplemente pasas a la siguiente”.