CIUDAD DE MÉXICO.- En algún punto del siglo XVIII, los villancicos virreinales evolucionaron hacia el corrido mexicano con una sonoridad que recupera el sonido del mariachi tradicional.

Así lo dice a Excélsior el barítono Rami Martínez, integrante del ensamble Favola in Música y encargado de realizar una investigación en la Universidad de Guadalajara, a partir de algunas teorías planteadas por musicólogos como Thomas Stanford (1929-2018) y Vicente T. Mendoza (1894-1964).

El resultado fue la grabación del álbum De las villanescas al corrido, interpretado por dicho ensamble.

Ambos musicólogos plantearon que el villancico virreinal terminó, en el devenir histórico, siendo el corrido mexicano de finales del siglo XVIII”, explica.

Y a partir de ese punto, “nosotros, que tenemos en el cajón de las partituras varios villancicos de Sor Juana por grabar, decidimos tomar cinco de éstos y llevarlos a la premisa planteada por los expertos”, dice a Excélsior Rami Martínez.

El álbum incluye cinco piezas grabadas en su versión virreinal o barroca americana y esos mismos temas en una versión de corrido con dotación de mariachi tradicional.

Porque queremos explorar esos vasos comunicantes que existieron entre el villancico virreinal y el corrido mexicano, comprobar cuáles son y darles un sentido práctico en la ejecución a lo que nuestros musicólogos habían asentado en el papel”, dice.

De ahí se partió para hacer esta reelaboración, comenta, “ya que tanto el villancico como el corrido son géneros portadores de la tradición oral popular mexicana. Desde ahí, hay un punto en común. Ambos te narran todo en episodios y, por ponerle un equivalente narrativo actual, son como una especie de miniseries”.

Además de que musicalmente comparten también muchas cosas. Yo creo y sí sostengo esto que sostienen Mendoza y Standford que el villancico americano sí viene a ser una especie de tatarabuelo del corrido”, agrega.

NO ES HÍBRIDA
Para Rami Martínez, lo que más sorprende es la adaptabilidad de los textos.

Uno se sorprende con las sonoridades, porque quizá un tema que en lo virreinal suena muy antiguo o muy dancístico, cuando lo llevas a otro estilo, cambia el carácter sonoro, aunque sigue narrando lo mismo, pero cambia la personalidad de esa música”, explica.

Sin embargo, aclara que este trabajo de interpretación no apunta a la creación de música híbrida.

Pero al llevar estas piezas al corrido, respetamos el género, porque no hacemos una mezcla ni estamos inventando un híbrido entre el villancico y el corrido, sino que cada uno tiene su espacio y su sonoridad”.

¿Qué tanto varía el registro entre una y otra versión?, se le pregunta al barítono. “Se requirió bastante trabajo en ese sentido. Los arreglos los hizo el compositor
Edgar Sánchez, quien también es mariachi tamaulipeco. Él también hace arreglos para el Mariachi Vargas y otras agrupaciones de todo el país y de otras latitudes. Es una fortuna que él se interesara por este proyecto”.

Además, añadió, “era importante buscar a una persona que fuera capaz de hacer un arreglo a mariachi tradicional y eso nos tomó tiempo, porque lo común es que te puedan hacer una obra a mariachi contemporáneo, donde ponen trompetas y muchas veces no se comprende muy bien la idea del corrido, pero con una sonoridad de mariachi”.

Entonces, asegura, “quieren poner el acordeón y justo no va por ahí. Y para eso también tuvimos la asesoría del musicólogo Ernesto Cano”.

¿No es una actualización? “No, no estamos actualizando esta música, dado que no ha perdido su vigencia la música antigua ni mucho menos el villancico, creo yo. Simplemente estamos experimentando una teoría de compañeros musicólogos y ejecutándola”.

¿El resultado tampoco se parece al corrido actual? “Definitivamente no van a escuchar un corrido como escuchamos en la radio o en Youtube. Digamos que está más apegado a la música popular mexicana tradicional, es decir, es un corrido con tintes de son alteño o de valonas, de la música popular de Cocula, donde nació el mariachi”.

¿Tampoco es un mariachi como el que hoy escuchamos en las fiestas? “Cuando uno dice que la dotación es de mariachi algunos arreglistas se imaginaban un montón de trompetas y violines, pero lo que queríamos era un mariachi tradicional, parecido al de feria de pueblo del siglo XVIII”.

OTRA MIRADA
De las villanescas al corrido es un álbum lanzado por el sello discográfico Tempus Clásico en el que sumaron sus talentos el ensamble Favola In Musica, integrado por Rami Martínez, el flautista Jacobo Poo, el guitarrista Roberto González, la violinista Adriana Hernández Forcada, el chelista barroco José Luis Cabrera Amaro, el clavecinista Aarón Celis y la soprano Aura González.

Mientras que la parte de corrido y mariachi fue grabada por Tecuexes Mariachi, integrado por la violinista Nancy Hernández, el guitarrista y director artístico Juan Valverde, el arpista Helio Leonel Herrera Hernández, el vihuelista Horacio Guerra Guevara y la cantante Abigail Vázquez.

Con este álbum se revisa la musicalización y teatralidad como expresión artística en los villancicos de Sor Juana y representa la posibilidad de explorar el acontecer sonoro y la representación histórica de la música entre los siglos XVII y XVIII.

En su conjunto “este álbum ofrece una mirada a la obra dramático-musical de la monja concepcionista, en particular, a través del villancico como obra poética, popular y por excelencia religiosa, interpretada por compositores en el mundo novohispano”.

Y así, cada pieza de carácter religioso puede ser revalorada y musicalizada a partir de su identidad y su valor interpretativo.