Hace ya algunos días o meses que iniciaron las campañas en Durango y seguramente en el país entero porque el próximo año se renueva el Congreso de la Unión, o sea, tendremos nuevos diputados federales y senadores, por eso, los que quieren estar en la boleta ya están haciendo méritos y dándose a conocer en redes sociales y medios de comunicación.
El Gobierno Federal está haciendo lo propio y ya instaló y convirtió la Secretaría de Bienestar en la Casa de Campaña de Morena; un día sí y otro también, salen jóvenes y no tan jóvenes (los denominados Servidores de la Nación) a los municipios para reunirse con los “beneficiarios” con el fin de darles a conocer que si pierde Morena se terminarán los apoyos. En esta dependencia están concentrados todos los programas que maneja el Gobierno Federal y han desmantelado dependencias como la Sader, INPI, SEDATU y otras fueron desaparecidas.
Pero cuando una persona o grupo de personas ajeno a Morena acude a solicitar algún apoyo la respuesta es: “ya no hay recursos”, “ya se están entregando los apoyos de manera directa”, etc. Pero si nos detenemos a revisar las cosas, nos damos cuenta que los poquitos programas ni son de manera directa ni son la gran ayuda.
La Cámara de Diputados tiene la facultad exclusiva de aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), por eso el partido en el poder, con la orden del Presidente, está haciendo todo lo posible para ganar la mayoría en el Congreso, porque el ejecutivo quiere seguir gastándose el dinero de los mexicanos para beneficio personal y de unos cuantos, a ellos no les importa el comportamiento de la pandemia, lo que les interesa es seguir teniendo el poder a como dé lugar, para seguir llenándose los bolsillos.
El Movimiento Antorchista, por dos años consecutivos ha levantado la voz en las afueras de San Lázaro porque los programas no alcanzan para todos (solo el 20% de la población en situación de pobreza es beneficiario de algún programa), porque se eliminaron muchos programas que eran destinados al campo y a las familias más vulnerables, como Prospera y otros, porque se eliminó el ramo 23 que era para la construcción de obra pública como canchas deportivas, domos, aulas, pavimentaciones, centros de salud etc., y como los diputados de Morena (hoy son mayoría) tenían la orden del presidente de no mover ni una coma al Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), así lo hicieron.
Por eso hoy no basta protestar por esas injusticias, porque el Gobierno Federal tiene una política de oídos sordos ante los reclamos de la población, no solamente de los campesinos, de los obreros, sino de todos los sectores como los enfermeros, las feministas, los padres de los niños con cáncer, de los extrabajadores del gobierno que fueron despedidos, etc.; tenemos que razonar nuestro voto el próximo año, tenemos que darnos cuenta que este gobierno nos está asfixiando, nos está matando lentamente, ahí están los datos sobre el crecimiento económico de nuestro país, los datos de inseguridad impactantes, el manejo de la pandemia que ha dado como resultado un total de 34,191 decesos al día de hoy, la corrupción cada vez mayor, etc.
Las cosas no andan bien para Morena electoralmente hablando, por eso se están gastando todo el dinero del pueblo para comprar votos, y los durangueses tenemos que estar ahí para vigilar lo más que se pueda, pero, sobre todo, convencer a nuestros compañeros, amigos, familiares, a que, si no detenemos a Morena, el barco muy pronto se hundirá. Mejor votemos por un partido distinto para que este partido no gane la mayoría y una vez logrado esto, exijamos que se autoricen recursos para los mexicanos. Pero esta tarea no debe concluir ahí, sino que nos debemos preparar para influir en la elección del 2024, pero, sobre todo, tenemos que prepararnos para el registro de un nuevo partido político nacional en el 2025 con un nuevo proyecto de nación que beneficie a todos los mexicanos sin distingos, pero sobre todo a los más desprotegidos.