OTROS AFECTADOS POR EL CORONAVIRUS. Once elefantes que perdieron su trabajo en santuarios naturales a causa del coronavirus son guiados por miembros de una fundación de salvamento, en un viaje de 150 kilómetros, del distrito tailandés de Mae Wang a su hábitat en Van Huay.Foto Ap

Nieto Castillo cree que sí
Porfirio, pandemia y corrupción
Narro y hospitales abandonados

Ni siquiera ha pasado aún del humo retórico el tema de Felipe Calderón Hinojosa y su siamés operativo, Genaro García Luna, y ya está el director de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Santiago Nieto Castillo, acercando al fuego mediático y político al antecesor encopetado, Enrique Peña Nieto; a su cerebro sustituto, Luis Videgaray Caso, y a otros integrantes de la pandilla sexenal más reciente.

Tal acercamiento del peñismo a la hoguera pública puede ser meramente declarativo, pero suma puntos a la exigencia de una parte de la sociedad mexicana de que cese la política de perdón a corruptos del pasado que ha impuesto el actual usuario de la banda presidencial. Entrevistado por Luis Pablo Beauregard para el diario hispano El País, Nieto Castillo aseguró que hay expedientes en curso que alcanzan a Luis Enrique Miranda (el compadre de Peña Nieto), a familiares y colaboradores cercanos del recién fallecido Gerardo Ruiz Esparza y al ya clásico Emilio Lozoya, ex director de Pemex.

Justamente en relación con Lozoya, acusado de recibir millones de dólares de Odebrecht para apoyar la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012, Nieto Castillo (destituido de su anterior cargo como fiscal para delitos electorales por asomarse de más al tema de la corruptora firma brasileña y el propicio Lozoya), Miranda, Ruiz Esparza y Rosario Robles, preguntó Beauregard, ¿seguirán Videgaray y Peña Nieto? A lo que Nieto Castillo respondió: Yo creo que sí. No somos tapadera de nadie. Los casos donde se encuentre un vínculo se tienen que investigar. El reportero insistió: ¿se ha encontrado ya ese vínculo?

Y Nieto señaló: hasta este momento no. Pero necesitamos seguir. La corrupción era una forma de hacer política en el grupo mexiquense (https://bit.ly/35HFWKq).

Las menciones de Nieto Castillo (también habló de anómalas ganancias millonarias en casinos de hermanas del mero jefe del cártel de Sinaloa, Ismael Zambada, El Mayo) aparecieron en el diario español antes citado en un momento en que se multiplican las exigencias de que el gobierno obradorista provea de material sólido a la Fiscalía General de la República (a cargo de un personaje con poca visibilidad actual, Alejandro Gertz Manero) para que haya investigaciones en forma en cuanto a ex ocupantes de Los Pinos, en lo que fuera posible o, cuando menos, contra sus amplios círculos de corrupción que hasta ahora siguen virtualmente intocados.

Porfiriazo: el diputado Muñoz Ledo tuiteó ayer: El imperio de la corrupción se instaló en la pandemia; hay evidencias del trafique con los insumos esenciales para atacar el Covid-19. El golpe alcanza en lo inmediato a Manuel Bartlett, cuyo hijo resultó oportuno ganador de contratos con el gobierno al que pertenece su padre; a Zoé Robledo, jefe del instituto médico que hizo las compras al privilegiado hijo de Bartlett, pero, en el fondo y de manera irónica (pues Muñoz Ledo tiene vida política actual gracias a Andrés Manuel López Obrador), al Presidente de México, que es el jefe de los personajes directamente impugnados.

Gattelazo: el médico declamador, Hugo López-Gatell, dijo ayer: “Por ejemplo, 307 hospitales quedaron abandonados –ahorita me acordé del Dr. Narro–; 307 hospitales quedaron abandonados en la administración inmediata anterior”. El nada poético arrime del subsecretario de Salud tuvo dedicatoria al ex secretario del ramo durante el peñismo, José Narro, quien se ha convertido en un constante crítico de la política sanitaria ante el Covid-19 y, en particular, del muy popular vocero en jefe.

Y, mientras el arzobispo emérito de Guadalajara, cardenal Juan Sandoval, ha vuelto a las andadas declarativas, ahora al tuitear que no se ha procedido con sentido y equidad en esta dizque pandemia; digo dizque pandemia, será o no será. Fue muy drástica la disposición de cerrar todos los templos, de prohibir que gentes en grupitos de a poquitos fueran al templo a rezar o asistir a alguna misa, ¡hasta mañana!

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