CIUDAD DE MÉXICO.- Pinche cabrón”, fue lo primero que le enseñó el Gonini Vázquez Ayala al polaco Grzegorz Lato a su llegada a los Potros del Atlante en 1982. Amigos desde aquella década, el defensa mexicano y el extremo apodado El Divino Calvo convivieron dentro y fuera de la cancha, cuando los Potros despachaban en el estadio Azteca y perdieron una final ante los Tigres.

Lato, goleador en el Mundial de Alemania 74 con una Polonia que llegó hasta el tercer puesto, cumple hoy 70 años, pretexto que aprovechó el Gonini Vázquez Ayala para recordar momentos con su amigo “el polaco”.

Arturo Vázquez debutó con el Tri dos años antes del Mundial en Argentina 78. Fue en Los Ángeles, en duelo amistoso ante Polonia, con la orden de parar al extremo polaco que hacía los 100 metros en 10.20 segundos.

Sabía que era el goleador y que no hablaba español. Le dije: Manito, te voy a marcar. No te dejaré hacer nada. Esa vez no lo dejé tocar el balón, México derrotó 1-0 a Polonia y al final nos despedimos, cada quien en su idioma. Fue el segundo de dos juegos contra los polacos y yo iba de banca. Adelante de mí, en la defensa, tenía al Pichojos Pérez y a Javier Sánchez Galindo como secundario. En el primer partido estuvo Pichojos y Lato lo trajo de arriba a abajo. Perdimos. Para el segundo le tocaba a Sánchez Galindo, pero le dio diarrea y tuve que entrar de emergencia. Fue mi debut en la Selección Mexicana y me tocó frenar a Lato, goleador en el Mundial de Alemania 74 y uno de los arietes a brillar en Argentina 78”.

Un par de años después del debut del Gonini llegó el mundial argentino y al Tri de Toño Roca le tocó enfrentar a Túnez, Alemania y Polonia. Otra vez, Ayala y Lato frente a frente. “Ahí ya sabes cómo nos fue. Túnez nos sorprendió, Alemania nos destrozó y Polonia nos dio el tiro de gracia”.

Aquella ocasión, Lato volvió a acercarse a Vázquez Ayala y, en un raro español, le comentó: “Ahora voy del otro lado, por lo que no nos tocará encontrarnos”. Cuando acabó el juego, se dieron la mano, sin saber que unos años más tarde, el veterano Grzegorz Lato se convertiría en la contratación bomba para el balompié mexicano, estampando la firma para ponerse la camiseta de los “prietitos” del Atlante.

Fue en el 82 cuando Lato llegó al Atlante y nos hicimos grandes amigos. Imagínate, una delantera con Lato, Cabinho y el Ratón Ayala. A Lato le enseñé a decir groserías en español y a manejar en una ciudad a la que le tenía miedo. Él se compró un Mustang y se bebía una botella de vodka de dos tragos. Hoy es su cumpleaños y seguramente volverá a festejar con otra botella. ¿Cuántos cumple?, ¿setenta? Le mando un abrazo a la distancia, que no esté sufriendo en estos tiempos”.

Con la picardía que caracteriza a los chilangos, el Gonini Vázquez Ayala se convirtió en el maestro del polaco Lato en aquello de decir palabrotas. “Se aprendió todas, pero las que repetía constantemente eran las de pinche cabrón. Así nos saludaba cuando llegaba a los entrenamientos. ¿Que si era rápido?, ¡era veloz!, nadie lo alcanzaba”.

A Grzegorz le costaba trabajo decir nombre o apodo de Arturo, por lo que le decía Goni al defensa de los Potros. Tan buenos amigos se hicieron que compartían asados en sus respectivas casas. “Lato es de los pocos jugadores (junto a Cabinho) que mostraron profesionalismo y calidad. Un hombre muy educado dentro y fuera de la cancha. Lamentablemente, a los dos años de estar en México se lesionó y ya no pudo jugar. Se regresó a su país y ya no supe más de él”.

Lato disputa el esférico vistiendo la camiseta del Atlante. A la derecha se observa al defensa mexicano Arturo Vázquez Ayala

Arturo Vázquez Ayala, quien jugó primero con los Pumas, donde conoció a Cabinho, recuerda a personajes de aquellos Potros en la época del ídolo Horacio Casarín en su papel de estratega. “Ahí te va, estaban Cabinho, Ratón Ayala, Lato, Rergis, La Volpe, Moses”.

Y recuerda que se jugó una final en aquellas temporadas largas, donde los Tigres se interpusieron en su camino. “La ida la jugamos en Monterrey y la perdimos 1-0. En la vuelta, tocó a Cabinho anotar el gol del empate y nos fuimos a penales. Nos fue mal”, comenta.

Al final, repite que “Lato nos contaba que entre sus sueños estaba el llegar a ser presidente de la federación de su país. Y lo logró”.

En una de sus recientes entrevistas, Lato recordaba sus tiempos con el Atlante y su amigo Goni, como decía cariñosamente al Gonini.

BOTA DE ORO EN EL 74
Lato fue el goleador en el Mundial de Alemania. Polonia terminó tercera

Grzegorz Lato (8 de abril de 1950) fue un delantero que puso a soñar a los polacos en tres ediciones mundialistas, pero fue en 1974 donde más se destacó.

En Alemania 74, siete goles de Polonia fueron obra de Lato. El futbolista, que distaba mucho de parecer uno por su aspecto físico, ganó la bota de oro; su selección se enfrascó en un duelo por el grupo 4 ante Argentina, a quien superó 3-2, luego propinó la segunda victoria más amplia del torneo sobre Haití por 7-0, en ambos partidos Grzegorz marcó doblete.

Su primera ronda terminó derrotando a Italia (2-1). Para la segunda ronda, victorias ante Suecia (1-0) y Yugoslavia (2-1) con un gol por partido, puso a Grzegorz Lato a nada de disputar una final, pero su rival era Alemania y poco pudo hacer para superarle. El delantero, sin embargo, se colgó el bronce junto con su selección al superar a la mismísima selección de Brasil en el duelo por el tercer lugar.

En las siguientes ediciones, Polonia alcanzó el sexto puesto en Argentina y volvió al podio en España 1982, al caer en semifinales contra Italia (2-0), pero rescatar el tercer sitio superando 3-2 a Francia.

El poder ofensivo de Lato es recordado durante 12 años en el plano internacional e incluso en México, durante la temporada 1982-1983, fue el arma del Atlante al acumular 15 tantos en su cuenta personal.

El delantero marcó en toda su carrera 45 goles defendiendo la playera de su país, siendo internacional en 104 oportunidades y sólo Wlodzimierz Lubaski lo supera como romperredes.

La liga polaca prohibía las transferencias de jugadores en el extranjero hasta que un jugador lleguara a la edad de 30 años, lo que dificultó sus oportunidades para mostrar su talento sobre una base regular para un público más amplio en todo el continente.

Lato rechazó una invitación de Pelé para jugar en el Cosmos de Nueva York y en 1980 comenzó a jugar para el club belga KSC Lokeren.

Lato también pasó algún tiempo en Canadá, jugando para una liga amateur en Hamilton, Ontario, Canadá.