La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) abandonará en 2020 su meta de superávit primario y pasará a un balance deficitario con un aumento de la deuda, debido al impacto económico en México y en el mundo por el coronavirus.

De acuerdo con los Precriterios Generales de Política Económica de Hacienda, la meta de superávit primario de 0.7 por ciento no se logrará, por el contrario, se espera que el balance primario de las finanzas públicas se ubique en -0.4 por ciento del PIB, lo que equivale a 85 mil 543 millones de pesos. Lo anterior rompió la racha de tres años al hilo de superávit primarios.

Alonso Cervera, economista jefe para América Latina de Credit Suisse Group en México, apuntó en su cuenta de Twitter que “difícilmente se podrá tachar a Hacienda de optimista sobre sus estimaciones revisadas para 2020. Creo que terminaremos con un déficit primario mayor a 0.4% del PIB, lo cual es… ¡deseable!”.

José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, señaló que “la única forma que el escenario de una contracción de -3.9 por ciento se cumpla es que el gobierno aplique un programa contingente, de incentivos importantes para la economía, de otra manera me parece que no sería posible”.

El choque drástico sobre la economía de México producto del rápido deterioro del panorama económico global por el coronavirus y la situación del mercado petrolero exacerbada por la guerra de precios obligaron a Hacienda a ajustar también su estimado de crecimiento del PIB a un rango de -3.9 y 0.1 por ciento desde uno de 1.5 y 2.5 por ciento.

Esto refleja el nivel elevado de incertidumbre ante la complejidad de la situación de la epidemia que dificulta establecer un pronóstico puntual de crecimiento para la economía nacional.

Asimismo, se prevé que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), la medida más amplia de la deuda, suba a 52.1 por ciento del PIB desde un nivel original 45.6 por ciento del PIB, esta situación pondría un freno a la tendencia de estabilidad lograda durante 2019.

Hacienda señala que, si bien aumentará la deuda como proporción del PIB, “el déficit se financiará principalmente con activos financieros del Sector Público y no recurriendo a nuevo endeudamiento” .

Aseguró que también se utilizarán activos disponibles tanto en fondos y fideicomisos del sector salud previstos en diversas disposiciones normativas como de otros activos del Gobierno Federal “que permitan minimizar la contratación de endeudamiento público adicional al autorizado por el H. Congreso de la Unión”.

Con estas consideraciones, se estima que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) ascenderán a 4.4 por ciento del PIB, y el balance público registrará un déficit de 3.3 por ciento del PIB.

“En 2020, la fuerte depreciación cambiaria y el efecto de la contracción económica generan efectos de valuación y medición que presionan de manera contable los niveles de deuda pública de manera más significativa que lo que implica el movimiento del balance de los RFSP”, apuntó.

Para 2021 se prevé una disminución de los RFSP a 4 por ciento del PIB, un déficit público de 3.5 por ciento del PIB y un déficit primario de 0.6 por ciento del PIB