Han pasado 58 años desde que Wilt Chamberlain anotó un centenar de puntos en un juego de basquetbol en la NBA. Monstruos como Kobe Bryant, Michael Jordan, Shaquille O’Neal, Larry Bird y LeBron James se han quedado muy lejos de alcanzar dicha hazaña

CIUDAD DE MÉXICO.- Han pasado 58 años. Aquella noche los cerca de cuatro mil aficionados que asistieron al Hersheypark de Pennsylvania enloquecieron tras ser testigos de una hazaña que se mantiene viva: los 100 puntos anotados por Wilt Chamberlain en un juego. Para muchos, el mejor jugador de la NBA de todos los tiempos.

Aquel 2 de marzo de 1962, los Philadelphia Warriors vencieron 169-147 a los Knicks de Nueva York, en un juego que no fue televisado. El exbasquetbolista de los Harlem Globetrotters anotó una puntuación inimaginable para un ser mortal al lograr 72 puntos en tiros de campo y 28 en tiros libres. Un dato: no existía la línea de tres puntos.

Para entender la lejanía de una marca imbatible, en aquel año murió la bella Marilyn Monroe, el presidente John F. Kennedy y su esposa Jacqueline visitaron al presidente mexicano Adolfo López Mateos, el Brasil de Pelé conquistó la Copa del Mundo en Chile, Spider Man se asomó por vez primera en un cómic, John Glenn se convirtió en el primer astronauta estadunidense en orbitar la Tierra, Carlos Fuentes presentó su libro Aura, Peter O’Toole se transformó en Lawrence de Arabia, Ringo Starr se unió a los Beatles y se fundó la banda The Rolling Stones.

El único astro de la NBA que se ha acercado a dicha marca es el recién fallecido Kobe Bryant, quien en 2006 logró la aún lejana puntuación de 81 con los Lakers de Los Ángeles. Monstruos de la talla de Michael Jordan, Karl Malone, Shaquille O’Neal, LeBron James y Larry Bird apenas rebasaron los 60 puntos.

The Big Dipper, como se le conocía al gigante de 2.16 metros de altura, cumplía su cuarta temporada en el entonces llamado Philadelphia Warriors, tenía 25 años y un promedio de 50 puntos por partido. Integrante de una familia de nueve hermanos, Wilton Norman Chamberlain se había convertido en la sensación del baloncesto desde que figuraba como pivot en la Universidad de Kansas. La quinteta de Philadelphia, de donde era oriundo, lo atrapó en la primera ronda del draft, aprovechando la elección territorial.

En 1961, los Warriors enfrentaron a los Lakers del astro Elgin Baylor, quien tenía la mejor marca de puntos anotados en un juego con 71. Aquella tarde se fueron a un quinto tiempo y Chamberlain rompió dicha marca al alcanzar los 78 puntos. Tras el partido que ganaron los de Philadelphia, se le preguntó a Baylor si no estaba molesto que le rompieran el récord con un mayor número de minutos de Wilt. Simplemente respondió: “este tipo un día va a llegar a los 100 puntos”.

Sólo bastaron tres meses para que su vaticinio se hiciera realidad.

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La Hersheypark Arena no se llenó aquella noche. Unos cuatro mil espectadores se interesaron en un juego en el que los Warriors ya estaban calificados y enfrentaban a un equipo sin oportunidad de llegar a la postemporada. No hubo cámaras de TV y pocos periodistas se asomaron. El único testigo es la grabación del cronista de radio que fue narrando cómo el gigante comenzaba a hacerse aún más ante unos adversarios que trataban de multiplicarse para evitar que aquel número 13 los eclipsara. No lo lograron.

Recordemos que su media de puntos era de 50. Aquella noche, Wilt terminó la primera mitad con 41 puntos (23 y 18) y los aficionados estaban emocionados, esperando que alcanzara su marca de 78. Pero, en la parte complementaria, conforme pasaban los minutos, Chamberlain se convirtió en el amo de la duela, en un juego que parecía un monólogo por parte del fenómeno vestido de deportista.

Los 28 puntos logrados en el tercer cuarto lo tenían cerca de su propia marca. Sumaba 69 y necesitaba solamente 10 más, en el último episodio, para batir sus 78. El último cuarto fue una película repetitiva de Wilt y el balón en sus manos. Alcanzó su marca y la iba rompiendo lanzamiento tras lanzamiento.

El cronista de la radio no daba crédito a las cifras: 79, 81, 83… 94, 96. Faltaba un minuto, el protagonista del juego fallaba tres disparos seguidos y parecía que la cifra mágica no se cumpliría. Llegó a 98 cuando faltaban 46 segundos. El público de pie y el cronista enloquecido. El balón regresó a las manos de Chamberlain, el hombre de piel color ébano se elevó rumbo al tablero y dejó que la pelota chocara en el tablero y se metiera al aro. ¡Misión cumplida!

Decenas de aficionados no contuvieron la emoción e invadieron la duela para tocar al ídolo. El partido tuvo que suspenderse durante 10 minutos para calmar a la muchedumbre. Había que desalojar a la gente para que se jugaran los restantes 50 segundos. Wilt ya no regresó a la duela.

Tras el partido, Chamberlain habría dicho que “pude alcanzar los 140 puntos, pero llegué desvelado al partido”. Ese mismo año, las otras mejores marcas de Wilton en un juego apenas fueron de 73 puntos. Su marca de los 100 puntos sigue inalcanzable, después de 58 años exactos.

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Varios expertos de la NBA no le dan el crédito del mejor basquetbolista de todos los tiempos, argumentando que sólo ganó dos títulos (1967 y 1972). Aunque llegó a sumar muchos récords como más de cuatro mil puntos en una temporada, 55 rebotes en un duelo, el promedio de 50.4 puntos por partido. En total, alcanzó la cifra de 31 mil 419 puntos en mil 45 juegos profesionales. Se retiró con los Lakers de Los Ángeles en 1973.

El número 13 que utilizó en sus equipos (Universidad de Kansas, Harlem Globetrotters, Warriors, Lakers de Los Ángeles y Philadelphia 76ers) fue retirado.

Si no se hubiera dedicado al baloncesto, Chamberlain pudo haber destacado en el atletismo, pues de adolescente sobrepasó los dos metros en salto de altura, saltó más de siete metros de largo y corrió los 100 metros en 10.90 segundos. Fue tentado por los Jefes de Kansas City en la NFL y también lo intentó en el automovilismo.

Mención aparte merece la propuesta de subirse al ring y pelear contra Muhammad Ali, combate que se publicitó en 1971 y que ambos protagonistas buscaban por lo atractivo de la bolsa. Chamberlain pasaba por problemas económicos (no existían los salarios millonarios de hoy) y Ali acababa de perder ante Joe Frazier y quería recuperar su imagen ante el gigante de 2.16 metros de estatura.

El cartel anunció la pelea en el Astrodome de Houston el 7 de octubre del 71. Combate a 12 rounds entre dos gigantes. La pelea no se llevó a cabo debido a la poca venta de boletos.

Wilt Chamberlain falleció a los 63 años (12 de octubre del 99) de un ataque cardiaco, en su casa de Bel-Air, California. Si bien no se hizo de dinero en la NBA, se hizo millonario como empresario en bienes inmuebles.

Se quedó a la espera de que otro monstruo de la NBA rompiera su marca de 100 puntos en un partido.

Kobe Bryant, el que estuvo relativamente cerca, también se fue.

MÁXIMOS ANOTADORES EN UN DUELO DE LA NBA
Kobe Bryant fue el más cercano perseguidor de Chamberlain entre los amos de la duela en un partido