CIUDAD DE MÉXICO.- Ha sido un año difícil en materia de seguridad pública, reconoció el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, durante la sesión del Consejo Nacional de Seguridad realizada en Palacio Nacional.

Comentó que los acuerdos alcanzados con los gobernadores en una sesión previa al Consejo serán esenciales para mejorar la seguridad.

Decirles a ustedes que efectivamente ha sido un año difícil en materia de seguridad, es evidente que no hemos logrado los resultados deseados; sin embargo, hemos mejorado sustantivamente los instrumentos del estado para combatir la inseguridad. Sin esos instrumentos sería imposible aspirar a garantizar prontamente, en el corto plazo, condiciones adecuadas de paz y tranquilidad para las y los mexicanos”, advirtió Durazo.

Insistió en que la corrupción invadió a las corporaciones encargadas de la seguridad pública, lo que quedó demostrado tras la detención de Genaro García Luna y de las investigaciones realizadas por la Unidad de Inteligencia Financiera.

Ha quedado demostrado, por otro lado, la corrupción puede infiltrarse hasta los más altos niveles de decisión en México, ha podido infiltrarse, y la protección oficial al crimen representa el máximo desenfreno de la corrupción.

Precisamente por tal razón debemos estar determinados a erradicarla en todos los niveles de la vida nacional con énfasis en los cuerpos de seguridad”, enfatizó el funcionario.

En la sesión que tuvo Durazo con los gobernadores previa a la del Consejo, se aprobaron, entre otros temas, la asignación de recursos, las fórmulas para calcular dichos recursos, y los ejes estratégicos para el combate a la inseguridad.

Llamó a los gobernadores a no politizar el tema de la seguridad pública, y a “reforzar esfuerzos” en esa materia.

Lo ideal sería construir un modelo de orden social que por su equidad y eficiencia asegurara la abolición de las causas que originan el crimen. Mientras eso sucede, todos debemos estar a bordo de este esfuerzo, hay que apretar el paso.

Sobran circunstancias en las que uno quisiera lavarse las manos, pero o le atoramos juntos o fracasamos por separado. Nadie debe sustraerse a la tarea que le corresponde”, destacó Durazo.