El cantante Camilo Sesto falleció este domingo a los 72 años y dejó un gran legado. Aupado al éxito en los años setenta y ochenta, en su medio siglo de carrera musical lanzó más de 40 producciones y vendió más de 100 millones de discos en todo el mundo. Un éxito que le hizo llegar a poseer un poderoso patrimonio que queda ahora como su herencia y que irá a parar, al menos en parte, a su único hijo, Camilo Blanes Ornelas, de 35 años.

La relación entre padre e hijo ha sido complicada desde que el joven nació. Camilín, como se le conocía desde pequeño, nació en México y allí vivió durante muchos años con su madre, Lourdes Ornelas, fan de Camilo Sesto. Durante su infancia y adolescencia residió con su padre en España, que incluso se apartó de la música durante un lustro para dedicarse a él. Más adelante, Blanes regresó a México, donde a menudo se quejó de que el cantante le había impedido establecer una mejor relación con su madre. Con el paso de los años, él mismo dio a entender en más de una ocasión que el vínculo con su padre estaba más cerca de la admiración que de la cercanía y el afecto. Ya en su país natal se casó con una joven de nacionalidad suiza de la que se separó a los pocos meses, y también trató de desarrollar una carrera musical que no ha logrado los frutos deseados. Ahora, Blanes ha viajado a Madrid para despedir a su padre.

Camilo Jr. recibirá parte de la herencia de su padre. Aunque el testamento no se ha hecho público y se desconoce a quién irá a parar su patrimonio (en los últimos años las personas más cercanas a la estrella fueron un administrador y su secretario), en el joven recaerán al menos dos tercios del mismo, la parte denominada “legítima”.

Tras una multitudinaria capilla ardiente en la sede de la SGAE, en Madrid, el intérprete de Vivir así es morir de amor o Melina será incinerado en Alcoy, Alicante, su localidad natal. El artista deja casas, sociedades y dinero. El cantante vivía en un gran chalé de tres plantas en la localidad madrileña de Torrelodones, de casi 500 metros cuadrados de superficie, con piscina y un gran terreno de casi 10.000 metros. Precisamente allí, en su residencia habitual, es donde fue asaltado en enero de 2013, en un robo en el que le amordazaron y le sustrajeron joyas y 2.500 euros. La policía detuvo a los autores del mismo seis meses después, en Cuenca. Propiedades similares a la casa del intérprete en Torrelodones oscilan en el mercado entre los 500.000 y el millón de euros.

Además, Camilo Sesto posee otra vivienda en el norte de Madrid, en la urbanización La Chopera (Las Rozas), que adquirió de obra nueva hace 10 años y que consta de un terreno de más de 2.000 metros cuadrados en los que, entre otras construcciones, hay una casa de más de 300. El valor de la propiedad en el mercado puede rondar entre los 500.000 y 700.000 euros.

Junto al patrimonio inmobiliario y los ahorros de los que disponga el cantante, también tiene una sociedad —precisamente con sede en Torrelodones— para sus actividades musicales, cuyas últimas cuentas, de 2012, arrojan un patrimonio de más de 830.000 euros. Además, posee otra más pequeña llamada Camilo Ediciones Musicales S. L. con un patrimonio neto de 400.000 euros.