Glaciar de Jakobshavn, en Ilulissat (Groenlandia). JOE RAEDLE GETTY IMAGES

Donald Trump hizo buena parte de su fortuna con negocios inmobiliarios. Ahora, según el relato de varios testigos de sus conversaciones que recoge el diario The Wall Street Journal, el presidente de EE UU pondera la posibilidad de que su país compre una enorme parcela: los más de dos millones de kilómetros cuadrados, cuatro veces el territorio de España, de la isla de Groenlandia, región autónoma de Dinamarca.

El presidente de EE UU ha manifestado la idea, con más o menos seriedad, a sus asesores en diversas cenas y conversaciones. Les ha consultado si EE UU puede adquirir la isla, rica en recursos naturales y con una ubicación geoestratégica ideal entre Norteamérica, Europa y el Ártico. Dos de los testigos de las preguntas de Trump afirman que el mandatario ha planteado a su consejo asesor en la Casa Blanca si es factible la compra.

Según recoge en su información el periódico, algunos de los asesores han apoyado la idea como una jugada interesante para los intereses económicos del país. Otros, en cambio, la han descartado al considerarla un capricho fugaz de Trump que difícilmente puede llevarse a buen puerto.

El interés de Trump ha sido recibido con sorna por políticos daneses, que dudan de si es una burla y de su estado mental. “Debe de ser una broma del 1 de abril [Día de los Inocentes en numerosos países] completamente fuera de temporada”, ha asegurado en la red social Twitter el exprimer ministro danés y actual líder de la oposición, el liberal Lars Løkke Rasmussen. Søren Espersen, portavoz en Asuntos Exteriores del Partido Popular Danés, tercera fuerza parlamentaria, también ha hecho chanza de la idea. “Si es cierto que está pensando en eso, es una muestra definitiva de que se ha vuelto loco. Tengo que decirlo como es: la idea de que Dinamarca venda 50.000 ciudadanos a Estados Unidos es una completa locura”, ha dicho.

La diputada por Groenlandia Aaja Chemnitz Larsen, una de las dos representantes del territorio en el Parlamento danés, también ha rechazado la idea. ”No, gracias’ a la idea de que Trump compre Groenlandia”, ha escrito en la misma red social.

La enorme isla, la mayor del mundo tras Australia, cuenta con algo más de 56.000 habitantes, menos que los de Ávila capital. Aunque pertenece a Dinamarca, cuenta con un amplio régimen de autonomía, concedida primero en 1979 y ampliada en 2009 después de una consulta en la que tres de cada cuatro groenlandeses refrendaron que su país tuviera más competencias y derecho de autodeterminación. Desde entonces, el groenlandés se ha convertido en la lengua oficial, aunque la reina Margarita seguriá siendo la jefa de Estado de un territorio que, a diferencia del resto de Dinamarca, no pertenece a la Unión Europea tras abandonarla en 1985.