La gente celebra ante la mansión presidencial de La Fortaleza (Puerto Rico) la renuncia de Ricardo Rosselló para el 2 de agosto. DENNIS M. RIVERA

Ricardo Rosselló escuchó el clamor de Puerto Rico. El gobernador ha anunciado este miércoles su renuncia tras 12 días de masivas protestas. En un vídeo transmitido por Facebook, Rosselló ha hecho un repaso de su trayectoria al frente del Gobierno de la isla, para anunciar finalmente su dimisión. En su mensaje grabado, el gobernador ha indicado que la persona que le sustituirá al frente de la gobernación será la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez.

“Luego de escuchar el reclamo, hablar con mi familia, pensar en mis hijos y en oración, hoy les anuncio que estaré renunciando al puesto del gobernador efectivo el 2 de agosto”, ha dicho el gobernador, que espera que esta decisión “sea un llamado de reconciliación ciudadana” y que se ha mostrado convencido de que culmina su mandato “deseando la paz y el progreso del país”.

La isla montó una fiesta al escuchar el anuncio. Los conductores de los coches hacían sonar sus bocinas, las banderas flameaban por doquier y fuera de La Fortaleza, la mansión de Roselló, miles de manifestantes bailaban por toda la calle al ritmo del reguetón. “Ricky [Rosselló] te botamos”, gritaban al unísono. Por fin habían logrado el objetivo que se propusieron después de que se filtrara un chat en el que el mandatario y miembros de su cúpula administrativa hacían comentarios homófobos y machistas.

Desde primera hora del miércoles se rumoreaba la salida de Rosselló. La crisis política se había visto aún más agravada la noche anterior con la renuncia de Ricardo Llerandi, el jefe de Gabinete. Desde la filtración del chat, el total de bajas en la Administración superaba las 14. Todos los integrantes relacionados con el Gobierno que participaron del grupo de Telegram habían dado un paso a un lado, salvo Rosselló, quien hasta ahora insistía en aferrarse al cargo. Mientras tanto, en las calles de San Juan, solo se escuchaba un reclamo: “¡Ricky, renuncia!”.

Como quienes seguían una final de penaltis en un Mundial, los puertorriqueños callaron expectantes mientras Rosselló comunicaba su decisión. Amontonados en las calles levantaban sus móviles para que todos escucharan el discurso. Cuando finalmente el gobernador dio a conocer su dimisión, los ciudadanos lo celebraron como si se hubieran hecho con el campeonato del mundo. Bailes, disfraces y reguetón, mucho reguetón. Los artistas que ha sembrado la isla, como Ricky Martin, Residente o Bad Bunny, han tenido un papel protagónico durante todas estas jornadas de protestas. El movimiento artístico se puso la camiseta blanca, azul y roja, y caminó junto a su gente para exigir la salida de Rosselló.

La indignación del pueblo boricua no solo responde a los insultos que espetaron el gobernador y sus principales asesores en el chat. La filtración dada a conocer por el Centro de Periodismo Investigativo ocurrió pocos días después de que el FBI arrestara a dos exfuncionarios de Rosselló como parte de una investigación federal de corrupción relacionada con programas de salud y educación. La exsecretaria de Educación, Julia Keleher, y la exdirectora ejecutiva de la Administración de Seguros de Salud de Puerto Rico (ASES), Angie Ávila, pudieron renunciar antes de sus detenciones, pero sus bajas forman parte del agujero de vacantes con las que ahora lidia el Gobierno. Ambos escándalos remecen a una la isla que en 2017 se declaró en quiebra y sufrió el paso del devastador huracán María, que causó al menos 3.057 muertes.

“Pedir disculpas no es suficiente”, dijo Rosselló el domingo en un vídeo en el que anunció que no se presentaría a la reelección en 2020 y que abandonaría la presidencia del Partido Nuevo Progresista (PNP). La isla le respondió el lunes con una huelga general y la protesta más multitudinaria hasta ahora —500.000 personas—, que terminó con disturbios entre los manifestantes y la policía, que disparó gases lacrimógenos a los activistas hasta altas horas de la noche. A diferencia de jornadas anteriores, no se registraron heridos ni detenidos.

En las contadas ocasiones en que Rosselló se había dirigido a la ciudadanía desde que explotó el caso Telegram, ha pedido perdón por el lenguaje articulado en un chat que utilizaba para “desestresarse”. En las casi 900 páginas filtradas aparecían diálogos donde insultaban a políticos, opositores, periodistas y artistas, como Ricky Martin. Sobre el cantante escribieron: “Es tan machista que se folla a los hombres porque las mujeres no dan la talla”. Otra víctima frecuente de los diálogos era la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, a quien se referían como “HP [hija de puta]”. Sobre esta última, Christian Sobrino, el otrora responsable de Finanzas y representante ante la Junta de Supervisión Fiscal, escribió: “Estoy salivando por entrarle a tiros”. El gobernador respondió que le harían “un gran favor”.