El ex secretario del Tesoro Jacob Lew con un grabado de Harriet Tubman. CHRIS TAYLOR AFP

En la primavera de 2016, la Administración de Barack Obama anunciaba que, por primera vez en la historia, el rostro de una personalidad negra formaría parte de la moneda de curso legal de Estados Unidos, concretamente en los billetes de 20 dólares. Este miércoles, el secretario del Tesoro norteamericano, Steven Mnuchin, ha declarado que ese proyecto, que debía de ser una realidad en 2020, se va a retrasar, concretamente hasta 2028.

Harriet Tubman (1822-1913), mujer que ayudó a la liberación de esclavos y participó en la lucha por los derechos de las mujeres, debía reemplazar al presidente populista Andrew Jackson (1767-1845), un personaje casualmente muy admirado por otro mandatario populista, Donald Trump.

La razón esgrimida por Mnuchin para posponer la salida del nuevo billete de 20 dólares con la efigie de Tubman ha sido la falsificación de ese billete en concreto. “Ese es el motivo”, ha esgrimido el secretario del Tesoro. “Es una cuestión de seguridad”, se ha limitado a decir el dirigente del Tesoro.

Así es que el dinero de EE UU seguirá teniendo solo rostros masculinos en su papel moneda. La campaña que buscó reemplazar el rostro del presidente Jackson con el de una abolicionista ganó una batalla con Obama pero con Trump parece haber perdido la guerra. Atrás queda la hazaña que logró la periodista Susan Ades Stone a través de la página web llamada Woman on 20s para elegir a una mujer entre más de 15 candidatas, entre las que estaba Rosa Parks, Eleanor Roosevelt, Betty Friedan, Patsy Mink y Frances Perkins. En un honroso segundo lugar quedó entonces Rooselvet y en tercero Parks.

Desde 1929 no ha habido ningún cambio en el dinero norteamericano. Y seguirá sin haberlo por orden de Trump, que cree que la decisión de su predecesor de poner a Tubman en los billetes era una acto de “pura corrección política”. El actual inquilino de la Casa Blanca considera “un gran hombre” a Jackson, el presidente que envió a la Nación Cherokee a recorrer un Sendero de Lágrimas (Trail of Tears), tras firmar el decreto que expulsaba a los indios de sus territorios.