De acuerdo con datos del INEGI, se perdieron empleos mejor remunerados y con acceso a servicios de salud y otras prestaciones, pero se disparó el número de personas ocupadas en el sector informal y en situación precaria.

El número de trabajadores en el país disminuyó en 42 mil durante el primer trimestre de este año, respecto al periodo previo, lo que implicó su primer revés en dos años.

En el lapso, se perdieron empleos mejor remunerados y con acceso a servicios de salud y otras prestaciones, pero se disparó el número de personas ocupadas en el sector informal y en situación precaria, revelaron cifras del INEGI.

Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) revelaron que el número de trabajadores en instituciones del sector público disminuyó en 110 mil.

Raymundo Tenorio, catedrático del Tec de Monterrey, señaló que la administración de López Obrador no comenzó con el ‘pie derecho’, ya que es un gobierno al que le hace falta otorgar incentivos a los empresarios para que inviertan en el país.

“La inversión fija bruta es la única variable que puede generar empleos permanentes, ya que a través de ella se construyen desarrollos inmobiliarios, fábricas, naves industriales, empresas de manufactura, entre otros, pero el inicio de sexenio indica que estamos siendo testigos de una recesión industrial y de inversión”, puntualizó.

Explicó que la disminución de personas ocupadas fue una consecuencia de los programas de austeridad, ya que ante el recorte de puestos permanentes de trabajo, el sector informal se ‘disparó’.

El sector informal reportó un incremento de 180 mil personas durante el primer trimestre del año, lo que fue equivalente al 27.8 por ciento de las personas ocupadas con relación a la Población Económicamente Activa (PEA).

La base de trabajadores que percibe entre uno y dos salarios mínimos se incrementó en 17.2 por ciento en comparación del trimestre previo, mientras que el personal que obtiene una remuneración económica por arriba de los cinco salarios mínimos se redujo en 29.1 por ciento.

Miguel González Ibarra, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas (CEFI) de la UNAM, destacó que las percepciones de los empleos formales han disminuido en términos de ingreso mínimo.

“Esto se debe a que se incrementó el salario mínimo pero no los ingresos de los que perciben más de un salario mínimo, por lo que esta política afecta a la población de ingresos medios, así que lo que requiere es que se generen empleos mejor pagados en lugar de buscar empobrecer a la mayoría de la población”.