El presidente de EE UU, Donald Trump. BRENDAN SMIALOWSKI AFP

El presidente Trump no quiere ir a la guerra con Irán. Así se lo ha dicho este jueves a su secretario de Defensa en funciones, Patrick Shanahan, según oficiales no identificados citados por The New York Times, durante una reunión en la Situation Room, la sala más inaccesible del Ala Oeste de la Casa Blanca y donde se discuten los asuntos más delicados, en la que el presidente ha sido puesto al día de los acontecimientos más recientes en la región. El movimiento de Trump supone una advertencia a los halcones que dirigen sus equipos de Exteriores y Seguridad Nacional, en medio de una escalada del enfrentamiento entre ambos países, que en los últimos días ha adquirido tintes prebélicos.

En el transcurso de la reunión, según el Times, no se le ha aportado al comandante en jefe nueva información para defender un aún mayor endurecimiento de las acciones contra Irán, después de que que la inteligencia estadounidense alertara de que el régimen de Teherán había armado con misiles pequeñas embarcaciones en el Golfo Pérsico. Las informaciones desataron el temor a un ataque contra tropas estadounidenses o aliadas en la región, y provocaron el desplazamiento a la zona de un portaaviones, un buque de asalto anfibio, una batería antimisiles Patriot y bombarderos. El Departamento de Estado ordenó este miércoles la evacuación de Irak de todo su personal diplomático no esencial, ante el riesgo de un ataque de Irán.

EE UU retira de Irak a su personal diplomático no imprescindible
El mismo jueves, antes de reunirse con el presidente de Suiza, Ueli Maurer, país que ha actuado en el pasado como mediador diplomático entre EE UU e Irán, el presidente Trump ha insistido en su poca disposición a verse envuelto en un conflicto armado. “Espero que no”, ha dicho, preguntado por los periodistas sobre si iba a ir a la guerra con Irán. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, ha celebrado la falta de “apetito” de Trump por un enfrentamiento armado en Oriente Próximo.

Durante los últimos días ha cobrado fuerza en Washington la sensación de que el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, contemplan un enfrentamiento militar con Irán como más probable de lo que habrían trasladado al presidente. Esto llevó al propio Trump a responder via Twitter el miércoles por la tarde. “No hay una pelea interna”, aseguró. “Se expresan opiniones diferentes y yo tomo una decisión simple. Es un proceso sencillo. Todas las partes, y los puntos de vista, están cubiertos”.

El presidente ha mostrado una confianza en la vía diplomática -“Irán querrá hablar pronto”, dijo- que no parece compartir Bolton y Pompeo. Tampoco Irán parece alimentar, hasta la fecha, la confianza en una salida dialogada. El propio ministro de Exteriores iraní, Mohamed Javad Zarif, durante un viaje oficial a Tokio, dijo que no había “ninguna posibilidad” de que eventuales negociaciones rebajaran la crisis producida por la “inaceptable” escalada de las tensiones.