España tendrá este viernes su primera toma de contacto con el nuevo poder erigido en Venezuela. Representantes del Ministerio de Exteriores recibirán en la sede de este organismo al autodenominado “representante diplomático” de ese país, Antonio Ecarri. Se trata del enviado de Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por Estados Unidos y por la mayoría de países de la UE, entre ellos España. El Gobierno español no ha decidido aún qué estatus otorgará a Ecarri porque el actual embajador, Mario Isea, desempeña sus labores en Madrid y el Ejecutivo no tiene intención de retirarle el plácet. Lo anómalo de la situación venezolana, con dos presidentes que reclaman su legitimidad, amenaza con poner en aprietos diplomáticos a España y al resto de países europeos que han avalado a Guaidó como líder encargado de convocar elecciones.

A Ecarri lo recibirá Juan Pablo de Laiglesia, secretario de Estado para Iberoamérica, según confirman fuentes de Exteriores. Ecarri, diputado de la Asamblea Nacional venezolana, ha sido recientemente designado por este organismo, en el que recae la potestad legislativa del país. España aguardará a ver qué plantea Ecarri para tomar una decisión respecto a su título. Aun en el caso de que él lo pida formalmente, resulta muy improbable que el Ejecutivo lo denomine embajador. Lo que está en duda es si se le puede otorgar algún reconocimiento que implique estatus diplomático o si se optará por considerarlo un enviado especial o personal del presidente interino. En caso de ir más allá, España se arriesga a que el Gobierno de Maduro retire a su vez el plácet al embajador español en Caracas, Jesús Silva. Una tesitura nada deseable en un momento de grave crisis y en un país donde aún viven unos 160.000 españoles.

No es descartable que el nuevo representante venezolano solicite algún tipo de consideración diplomática amparándose en que, tras el desconcierto inicial por la proclamación de Guaidó, el Ejecutivo de Pedro Sánchez acabó reconociéndolo.

Lo que ocurra en España puede sentar precedente para el resto de Estados europeos. Los representantes de Guaidó en esos países se han reunido en las últimas horas en Madrid para coordinar su estrategia y están ahora aterrizando en sus Estados de destino. El primero en solicitar un encuentro formal fue Ecarri, que envió una carta el pasado miércoles y será recibido dos días después. Para este diputado era importante entrevistarse con las autoridades españolas antes de la jornada crucial del sábado, con el intento de los partidarios de Guaidó de introducir en Venezuela —contra la voluntad de Maduro— toneladas de ayuda humanitaria donada por la comunidad internacional para hacer frente a las enormes necesidades que tiene el país.