Alfonso Caso y Martín Bazán, en 1932, dentro de la Tumba 7 de Monte Albán, Oaxaca. Fotos: Cortesía INAH

CIUDAD DE MÉXICO.- Los tesoros históricos bajo la Pirámide de la Luna en Teotihuacán, la tumba del gobernante maya Pakal o el templo dedicado a Ehécatl-Quetzalcóatl son algunos de los hallazgos más trascendentes hechos por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El 9 de enero de 1932, Alfonso Caso descubrió la Tumba 7 de Monte Albán, en Oaxaca, uno de los descubrimientos más asombrosos de la arqueología mexicana.

Con ayuda de los avances tecnológicos de la época, el telégrafo y la radio, la noticia se dio a conocer en todo el mundo y la arqueología mundial lo calificó como un éxito.

A partir de entonces, asegura un comunicado enviado ayer por el INAH, Caso propuso la creación de una institución que se dedicara, de manera exclusiva y especializada, al resguardo y conservación del patrimonio.

El 3 de febrero de 1939, el presidente Lázaro Cárdenas creó por decreto del INAH, dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), pero con personalidad jurídica y presupuesto propios. Su primer director fue Alfonso Caso, quien estuvo al frente de la institución hasta 1947.

En ese entonces, quedó bajo su resguardo el Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, ubicado en la calle Moneda; el Exconvento de La Merced, y el Castillo de Chapultepec, que dejó de ser residencia presidencial para transformarse en 1944 en Museo Nacional de Historia.

También le fueron otorgados los monumentos artísticos, arqueológicos e históricos pertenecientes al antiguo Departamento de Monumentos de la SEP, así como las colecciones, muebles y accesorios que albergaban.

Desde 1939, el INAH se ha consolidado como un centro de investigación y educación mediante la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México (EAHNM), y la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO).

Luego de ocho décadas, “el INAH ha desarrollado una red de 160 museos, 191 zonas arqueológicas y, en 2018, la primera zona paleontológica del país en Rincón Colorado, Chihuahua; además es depositario de bibliotecas, archivos, fototecas, osteotecas y ceramotecas”, finaliza.

SIGUE EN LUCHA
En el marco de la celebración, más de 200 investigadores se reunieron ayer afuera del Museo Nacional de Antropología para exigir a la titular federal de Cultura, Alejandra Frausto, y al director del INAH, Diego Prieto, la regularización de sus contratos y el pago de un mes de salario vencido.

El sábado se iba a liberar el pago para los eventuales, pero sólo llegó una quincena. Nos deben un mes y lo que va corriendo”, declaró Javier Vázquez, profesor de la ENCRyM.

Los manifestantes repartieron una carta pública en la que siguen exigiendo, de manera inmediata, “regularización contractual, pago de los salarios vencidos y abrir una mesa de diálogo para dis