GRANTA. En 2010, la revista británica ubicó a Patricio Pron, doctor en Filología Románica por la Georgia Augusta de Göttingen, como uno de los 22 mejores escritores jóvenes en español. Foto: Archivo

CIUDAD DE MÉXICO.- El concepto del amor está cambiando como quizá no lo ha hecho en muchos años, afirma Patricio Pron (1975). “Estamos redefiniendo la forma como nos relacionamos hombres y mujeres. Estamos sumidos en una especie de incertidumbre que, a mí como escritor, no me parece un mal lugar”, agrega.

Participamos de unas batallas por definir los límites. Hay posibilidades y peligros en la relación entre las personas. Vivimos un momento de intrigas y preguntas”, añade el narrador y crítico argentino.

De esta inquietud nació Mañana tendremos otros nombres, la obra ganadora del 22 Premio Alfaguara de Novela, dotado con 175 mil dólares, cuyo fallo fue dado a conocer ayer en España en voz del presidente del jurado, el narrador Juan José Millás.

En transmisión desde el país ibérico, Pron detalló que en torno al concepto del amor “confluye una serie de cosas en las que a menudo no pensamos cuando pensamos en el amor”, como dispositivos tecnológicos, ciertas dinámicas económicas, instituciones sociales, presiones.

Al tiempo que se conforman nuevas parejas y formas de unión, resulta cada vez más difícil imaginar cuál es el final feliz de una historia de amor. Mi apuesta personal era tratar de imaginar este final feliz para dos personas que no tienen nombre”, añade.

Seleccionada de entre 767 manuscritos, Mañana tendremos otros nombres fue definida por el jurado como una novela sicológica que carece casi de diálogos y cuyos protagonistas no tienen nombre.

Es la fascinante autopsia de una ruptura amorosa: es el mapeo sentimental de una sociedad neurótica donde las relaciones son productos de consumo. Bajo la anonimia de unos Él y Ella, construye la historia de dos personajes que son vagamente conscientes de su alienación. Refleja la era contemporánea de modo excepcional y toma el pulso a las nuevas formas de entender los afectos”, apunta el acta del jurado.

Para Millás, la novela trata de un rata, la del capitalismo financiero. “La rata, pues, no se manifiesta directamente, sino a través del comportamiento de sus víctimas: jóvenes urbanos y puntos de trabajos brillantes, aunque mal pagados, que van, vienen, se tocan y se destocan, formando un tejido social que recuerda a las telas de las arañas… En su mundo, las costumbres culturales han sido sustituidas por hábitos de consumo”, dijo.

Considerado en 2010 por la revista británica Granta como uno de los 22 mejores escritores jóvenes en español, a Pron le preocupan los cambios. “Cómo definimos el consenso, el consentimiento, quién decide cuánto dura una relación, cómo comienza, cómo termina. Con esto tienen que ver los grandes cambios en las relaciones”.

Señala que el germen de la historia nació cuando, en el Metro de Madrid, observó que gente de diversas edades descartaba o elegía personas en Tinder, aplicación de búsqueda de parejas. “Y pensé en las implicaciones de seleccionar algo tan determinante como tu pareja mediante una impresión inicial y breve, mediada por un algoritmo del cual no sabemos nada”, narra.

Pron aclara que no se le puede llamar una novela de ideas. “No es una obra filosófica. Diría que es la confluencia de varias prácticas. Surgió a raíz de una serie de experiencias personales y de amigos míos, más o menos de mi edad, 43 años, que regresaban al mercado de la soltería, tras ocho o 14 años en pareja, y descubrían que la forma de iniciar una relación había cambiado por completo”.

Y, en cuanto a por qué no le dio nombres a sus personajes, explica que muchos autores tienden a llenar huecos que dejan en sus libros anteriores. “Yo trabajo al contrario. Libro tras libro voy quitando cosas. Quito todo lo que creo que sobraba en el anterior. Y mi impresión en este caso es que sobraban los nombres. Quitándolos aspiro a que la novela tenga un alcance universal, que se podría haber dificultado por ponerle un nombre que no suene en algún país”.

El Alfaguara 2019 fue dedicado al editor español Claudio López Lamadrid, quien murió el pasado 12 de enero. Mañana tendremos otros nombres llegará a las librerías el próximo 21 de marzo. Y se anunció que queda abierta la convocatoria para la edición 23 de este galardón, cuyo jurado estará presidido por Juan Villoro.