El líder republicano de la Camara de Representantes Kevin McCarthy en el Capitolio. REUTERS

Está siendo un final de temporada muy convulso en el Capitolio. A 24 horas de que acabe el plazo para renovar los presupuestos del Gobierno de Estados Unidos y evitar el shutdown [el cierre de la Administración], las negociaciones entre los legisladores vuelven a estar en un punto muerto. El respiro que había ofrecido este jueves el Senado al aprobar unos fondos que permitían a la Administración funcionar con normalidad hasta el 8 de febrero ha desaparecido al encontrarse con Donald Trump. El presidente se reunió este jueves con los líderes del Partido Republicano para zanjar el tema: no aprobará ninguna propuesta que no incluya fondos para el muro con México. Con esta amenaza a cuestas, los republicanos redactaron un proyecto de ley con el mismo objetivo del anterior, pero que además asignaba 5.700 millones de dólares para la construcción de la valla. La Cámara de Representantes ha aprobado esta noche el documento que ahora debe volver al Senado.

“He dejado mi posición muy clara. Cualquier medida que financie al Gobierno debe incluir la seguridad fronteriza (…) Los muros funcionan, nos guste o no. Funcionan mejor que nada”, dictaminó el presidente este jueves en un evento en la Casa Blanca. Horas más tarde el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer comparecía ante las cámaras: “El presidente Trump está sumiendo al país en el caos”. Los líderes de la oposición en el Congreso responsabilizaron a la “rabieta de Trump” el casi inminente cierre de Gobierno, porque ellos no van a otorgar los votos para la construcción de la valla con México.

El proyecto de ley de última hora fue aprobado por la Cámara de Representantes —controlada por los republicanos— con 217 votos sobre 185. La propuesta será votada este viernes en el Senado, que si los demócratas cumplen con lo que dicen, no la van a dejar pasar. Eso significa que a la medianoche puede cerrar casi el 25% de la Administración por falta de fondos. Las agencias federales cuyos presupuestos dependen del Congreso se verán afectadas, como las que se ocupan de la seguridad nacional, la aplicación de la ley, los parques nacionales, el transporte, la vivienda, entre otras. Además, cerca de 800.000 funcionarios se podrían ver obligados a no trabajar a solo unos días de Navidad.

La batalla campal por los fondos para el muro llega en un momento en que los deseos del republicano de que México lo pague se han visto frustrados. Actualmente no existe un plan claro sobre cómo Trump sacará adelante una de sus propuestas estelares de campaña que tiene un costo cercano a los 25.000 millones de dólares. “México ya está pagando -indirectamente- por el muro a través del nuevo USMCA, el sustituto del NAFTA”, el acuerdo de libre comercio para América del Norte, del que forman parte ambos países y Canadá. “Mucho más dinero entrando en Estados Unidos”, publicó este miércoles el mandatario para sacudirse de las críticas.

Sin el apoyo del Congreso el neoyorquino tiene las manos bastante atadas, a pesar de que la Casa Blanca ha barajado varias opciones en los últimos días. Según la portavoz de la presidencia, Sarah Sanders, el dinero para la construcción del muro provendría de nuevos ingresos del Departamento del Tesoro producto del crecimiento económico. En paralelo, el presidente le dio la orden a su Gabinete para que detectaran fondos de los contribuyentes que pudieran ser redirigibles a la zona fronteriza. En medio del desorden de posturas y de los rifirrafes entre los legisladores, el motor administrativo se queda sin gasolina.