Policías en Biarritz, en el suroeste francés, este martes. BOB EDME AP

El Gobierno francés ha anunciado este martes que abonará una prima excepcional de 300 euros a las fuerzas policiales movilizadas para garantizar el orden en las protestas y otras acciones que llevan a cabo desde hace cinco semanas los chalecos amarillos. La decisión tiene lugar un día después de que los sindicatos policiales amenazaran con llevar a cabo movilizaciones para lograr “el retorno de inversiones gubernamentales” a los cuerpos de seguridad.

Macron ya había prometido el pago de una prima el pasado día 3 de diciembre, cuando los chalecos amarillos ya llevaban dos semanas movilizados, aunque en ese momento no especificó a cuánto ascendería el bonus salarial, que será abonado a unos 110.000 policías y gendarmes. La estimación es que el gasto ascenderá a 33 millones de euros. La duda que surge tras el anuncio de la nueva prima es si será suficiente para apaciguar a los agentes movilizados.

El trabajo de las fuerzas policiales para desbaratar las protestas de los chalecos amarillos no cesa. Este martes, grupos de manifestantes han ocupado e incendiado varias cabinas de peaje. El principal operador de las carreteras nacionales, Vinci Autoroutes, ha señalado que los manifestantes se encontraban en unos 40 puntos de su red vial y que algunos accesos a autopistas, especialmente en el sur del país, habían sido dañados.

Las cabinas del peaje de Bandoll, al este de Marsella, fueron incendiadas la madrugada del martes y la circulación en la autopista A50 interrumpida, ha señalado el operador vial, que opera fundamentalmente en el este y el sur del país galo. “Los conductores deben extremar el cuidado al aproximarse a cabinas de peaje y carriles de acceso a autopistas ante la presencia de viandantes”, ha apuntado Vinci este jueves.

Varias personas han muerto desde que comenzaron las movilizaciones de chalecos amarillos, la mayoría en las barricadas instaladas por manifestantes en rotondas. Durante los últimos sábados —el día en el que los manifestantes intensifican sus protestas— grupos de chalecos amarillos han incendiado vehículos, saboteado tiendas y enfrentado con las fuerzas policiales.

Los chalecos amarillos, así denominados por la prenda fluorescente que portan los conductores en sus vehículos, comenzaron sus movilizaciones a mediados de noviembre. Aunque en un comienzo el objetivo de las protestas era combatir la decisión del Gobierno francés de incrementar el precio del combustible, pronto derivó en una reacción más amplia contra las políticas de Macron.

Ante la presión de las movilizaciones, el presidente francés anunció la semana pasada varias medidas dirigidas a recuperar la normalidad social, entre ellas el aumento del salario mínimo en 100 euros mensuales, la exención de impuestos y contribuciones sociales a las horas extra y una prima fin de año libre también de impuestos.