El presidente ucranio, Petró Poroshenko, en una reunión con militares el 30 de noviembre de 2018. HANDOUT REUTERS

Un paso más en la escalada entre Kiev y Moscú. El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, ha anunciado este viernes a través de sus redes sociales la prohibición de entrada al país de ciudadanos rusos con edades comprendidas entre los 16 años y los 60 años. Ha asegurado que la medida trata de evitar que Rusia forme “ejércitos privados” encubiertos en Ucrania. La restricción afecta solo a los hombres y se aplicará en el marco de la ley marcial que entró en vigor el pasado miércoles, y durará 30 días en 10 regiones del país; las fronterizas con la vecina Rusia y con la región de Moldavia bajo influencia de Moscú. Solo se permitirá la entrada por “razones humanitarias”.

Esta medida calienta aún más el conflicto tras el incidente del domingo en el estrecho de Kerch —que une la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014, con el territorio ruso— donde la Guardia Costera rusa disparó contra tres barcos ucranios y los apresó, junto con toda su tripulación, por considerar que se habían adentrado en sus aguas territoriales. Un incidente del que Rusia culpa a su vez a Ucrania, que se produjo solo unos días antes de la reunión de los líderes mundiales del llamado G20 en Buenos Aires (Argentina) y que puede ser ahora uno de los temas en el ambiente de la cumbre.

El presidente de EE UU, Donald Trump, suspendió este jueves la reunión que iba a mantener en la capital argentina con el presidente ruso, Vladímir Putin, esgrimiendo el incidente de los marineros. Mientras, el Kremlin ha lamentado la anulación de la reunión. Aunque sostiene que, en realidad, la Casa Blanca ha cancelado la cita por “razones internas”, según ha afirmado una portavoz de Exteriores.

Este viernes, la Defensora del Pueblo de Crimea, Liudmila Lúbina, ha anunciado que los 23 hombres apresados han sido llevados de la península: “Todos los marinos ucranianos han sido trasladados a Moscú. No queda ninguno en el centro de detención preventiva de Simferópol [capital de Crimea]”, dijo Lúbina a la agencia oficial rusa TASS. El grupo fue juzgado en Crimea y se les condenó a dos meses de prisión por “entrada ilegal” en unas aguas que Rusia considera suyas.

“En los puntos de control [en Ucrania], se llevan a cabo medidas de registro reforzadas. En la actualidad, el ingreso de extranjeros, principalmente ciudadanos de la Federación Rusa, está restringido. El paso de ciudadanos rusos entre las edades de 16 a 60 años está prohibido para hombres”, ha dicho en una reunión Piotr Tsigikal, jefe del Servicio de Fronteras ucranio, en la que también ha participado Poroshenko, y que ha estado dedicada a la defensa del país en el marco de la ley marcial. La Jefatura de Fronteras Ucrania ha explicado que solo se permitirá su ingreso en el país en determinados casos por “razones humanitarias”, como para asistir a un funeral.

Poroshenko ha afirmado que la restricción de entrada en Ucrania busca impedir que los ciudadanos rusos engrosen las filas de “ejércitos privados” que en realidad son unidades de las Fuerzas Armadas rusas que de forma encubierta combaten contra las fuerzas ucranias, “tal y como ocurrió en 2014” en un conflicto que conllevó la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia.

Además, los registros de ciudadanos rusos que vivan en las 10 regiones afectadas por la ley marcial hasta finales de diciembre se endurecerán, ha anunciado el presidente en Facebook. El diputado ruso Frants Klintsevich ha asegurado, sin embargo, que Rusia no tiene planes de vetar la entrada al país a ningún ciudadano ucranio, según la agencia estatal RIA Nóvosti. Ayer jueves, Poroshenko ya insinuó que Ucrania impondría restricciones a las transacciones bancarias de ciudadanos rusos, aunque no ofreció más detalles.

Tras el incidente en el mar de Azov, al noreste del Mar Negro, Ucrania decidió imponer la ley marcial en 10 regiones fronterizas con Rusia o limítrofes con regiones bajo la influencia de Moscú, durante 30 días, una medida que ha sido criticada por Moscú por considerarla exagerada. Kiev mantiene que sus barcos no hicieron nada ilegal y que fue Rusia quien provocó el incidente, con su Guardia Costera disparando “a matar” contra los tres buques.