Fernando Alonso, poco antes de su última carrera en la Fórmula 1, celebrada en Abu Dabi el 25 de noviembre de 2018.

A sus 37 años, 17 lleva Fernando Alonso en las pistas de forma profesional. Sin embargo, ahora se baja del coche para jubilarse de la Fórmula 1, aunque aún le quedan las 500 Millas o el Mundial de Resistencia, menos exigentes profesionalmente. Una casi jubilación muy anticipada pero nada forzosa y con unas bases financieras más que sólidas que le permitirán hacer básicamente lo que le apetezca. Según la revista Forbes, su fortuna está entre los 250 y los 300 millones de euros.

A partir de ahora, el asturiano podrá también vivir tranquilo sus siempre mediáticas relaciones y la gestión de sus millonarios negocios. Después de vivir en Suiza o Dubái, está asentado entre Lugano (en Suiza) y Asturias, que será su principal base de operaciones para sus negocios y para escribir una biografía que verá la luz en 2019.

Desde hace dos años, Alonso sale con la modelo Linda Morselli, que acaba de cumplir 30 años. Su relación se hizo pública en julio de 2016, aunque ya llevaban juntos varios meses, y desde entonces se les ha visto juntos en multitud de ocasiones. Morselli no era una desconocida para los fans del motor: salió durante varios años con el campeón de motociclismo Valentino Rossi.

Cuando la ruptura de Rossi y Morselli se hizo pública y empezó a tener un inmenso tirón en la prensa italiana, hace casi tres años, contaba La Gazzetta dello Sport que su separación venía porque el piloto no quería un nivel mayor de compromiso, ni quería hijos. Ahora que Alonso rebaja el nivel de sus compromisos profesionales, quizá la pareja dé un paso más a través de un compromiso matrimonial o de un hijo en común. Ella habló del tema hace unos meses y aseguró que entraba en sus “planes de vida” vestirse de novia, y de que estaba muy feliz junto a Alonso.

De llegar a suceder, la llegada de un hijo sería algo nuevo para ambos, pero una boda no sería la primera boda. Estos días se cumplen 12 años de su primer y hasta ahora único matrimonio, que tuvo lugar en la tierra natal del piloto junto a la cantante Raquel del Rosario. Poco después de ser coronado con su segundo mundial de F1, Alonso se casaba con la vocalista del grupo El sueño de Morfeo en un enlace discreto del que no trascendieron imágenes ni más información, y que de hecho no se confirmó hasta dos años después. Su separación llegó cinco años después, en diciembre de 2011, y esta vez sí lo hicieron saber a los medios a través de un comunicado.

Pero la persecución mediática no cesó ahí. Después de salir con la modelo rusa Dasha Kapustina, en 2015 unas fotografías confirmaban el romance entre Alonso y la presentadora Lara Álvarez. Un año y medio después rompieron. Ambos borraron las huellas de su romance de sus respectivas redes sociales. La discreción es la norma para Alonso.

Alonso, el hombre que fue campeón del mundo y premio Príncipe de Asturias del Deporte con 24 años, no dejará de estar en el foco mediático. Pero estos últimos años no sale con una española, lo que hace que el nivel de vigilancia siempre sea algo menos agobiante. Así, podrá dedicarse con algo más de calma a sus negocios, que le han hecho ser (junto a Rafa Nadal) el deportista español mejor pagado. Su firma de moda Kimoa es uno de sus negocios (de gran éxito en Asia), cuyos ingresos se unen a lo que recibe por sus colaboraciones y sus acuerdos publicitarios. Pero sobre todo triunfa gracias a su unión con la empresa china Shanghai Yi Qian Communications, con la que se ha unido para construir 40 pistas y escuelas para jóvenes pilotos los próximos cinco años en aquel país. Un negocio similar al de la escuela de karts que ya tiene en Asturias, su hogar.