El negociador de la UE, Michel Barnier, tras la reunión de este lunes. ERIC VIDAL REUTERS

Los papeles del divorcio entre la UE y el Reino Unido ya han pasado por las manos de los abogados de los países miembros. Y algunos, como España, han puesto ya objeciones a la letra pequeña. A falta de cerrar esos flecos, los Veintisiete se plantean en paralelo la relación futura con el que el próximo 29 de marzo dejará de ser socio de la UE. Y ahí los ministros de Exteriores han coincidido: la salida debe ser rápida, ordenada y amistosa. Según fuentes comunitarias, el negociador europeo, Michel Barnier, ofreció a Reino Unido extender el periodo de transición hasta 2022, aunque varios países incluso han planteado que como máximo se prolongue hasta 2021.

La reunión de ministros de Exteriores de este lunes fue el pistoletazo de salida de una semana que, si nada se tuerce en Bruselas o Londres, debe culminar el próximo domingo con una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y gobierno para ratificar el acuerdo sobre el Brexit. “Llega a su fin 45 años de difícil matrimonio”, afirmó Gernot Blümel, el ministro de Asuntos Europeos de Austria, que ostenta la presidencia de turno de la UE. “Los divorcios nunca son fáciles, pero siempre salen mejor si se hacen de manera cordial y amistosa”, añadió.

Al contrario de lo que anunció en rueda de prensa, Barnier no consiguió una luz verde unánime de todos los países miembros después de que España rechazara firmar el borrador hasta que no quede claro que Gibraltar queda fuera de las negociaciones futuras entre Londres y Bruselas. Ante posibles dudas que puedan salir en las capitales, Barnier advirtió: “Estamos en un momento decisivo, nadie debería perder de vista el consenso alcanzado en Bruselas y en Londres”. En cambio, el negociador de la UE sí logró una aceptación de las bases del acuerdo y un respaldo a culminar la declaración política que cimiente las relaciones entre ambas partes cuando Reino Unido se convierta en un país tercero.

Factura de 45.000 millones
En la reunión de embajadores del domingo, Barnier explicó la posibilidad de fijar una fecha límite para culminar el periodo de transición, según fuentes comunitarias. Y esta sería el 31 de diciembre de 2022. Fuentes diplomáticas aseguraron que algunos países abogaron por que este incluso sea de un año menos. Es el caso de España, que opina que podría cerrarse un pacto para 2021. En cualquier caso, Londres aún no se ha pronunciado sobre esa fecha ni sobre la contribución a la UE que conllevará.

De momento, según fuentes diplomáticas, la factura total ascenderá a unos 45.000 millones de euros. Ello incluye la aportación a los Presupuestos de 2019 y 2020, así como todas las obligaciones pendientes y la parte que le corresponde por las pensiones y otros derechos adquiridos hasta la fecha de salida por los funcionarios europeos (todos, no solo los británicos).