El Atlético de Madrid cae goleado en un escenario maldito

El Wolfsburgo fue superior a las colchoneras y se lleva una renta amplia (4-0) para el partido de vuelta

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Las jugadoras del Atlético de Madrid femenino han jugado este miércoles en un lugar maldito, el AOK Stadium, en Wolfsburgo. A buen seguro que el 12-2 en cosechado la temporada pasada ante el mismo rival (y que costó el puesto al anterior entrenador, Ángel Villacampa) sigue grabado en la memoria de las colchoneras. Este año fue distinto, aunque el 4-0 final reflejó la superioridad de un Wolfsburgo que estuvo mejor física y técnicamente y que arrinconó en su campo al Atlético de Madrid durante todo el partido.

El partido empezó con una consigna para el Atlético: no repetir los errores de la temporada pasada, cuando cuatro goles en los primeros 15 minutos propiciaron que el equipo bajase los brazos y recibiese una lluvia de goles. Esta vez las madrileñas no solo salieron concentradas en defensa, sino que se permitieron un cuarto de hora de presionar en tres cuartos de campo y dificultar la salida de balón. Sin embargo, la igualdad duró lo que tardó en entrar en juego la elegante Hansen, una jugadora llena de clase que, pegada a la banda derecha, empezó a ver los espacios. Un par de pases suyos al hueco dejaron a Harder sola ante la portera, Lola Gallardo, pero la danesa tenía aún la mirilla desviada.

Para entonces, el ataque de un Atlético de Madrid muy replegado ya había quedado reducido a lo que arrojasen los balones largos enviados a Ludmila. Uno de ellos permitió a la brasileña plantarse sola delante de Schult tras deshacerse de su par con un recorte, pero el remate se estrelló contra la guardameta alemana, que tuvo tiempo para echarse encima. Fue una de las ocasiones más claras de Ludmila, una isla que lo intentó todo para dar a su equipo al menos un gol en campo contrario que diese algo de esperanza. No pudo ser.

En el comienzo de la segunda parte ocurrió precisamente aquello que el Atlético de Madrid pretendió evitar en la primera: cuatro goles en los primeros 20 minutos. El primero, de Herder, que no quiso perdonar más. La delantera se plantó en las inmediaciones del área ante Silvia Meseguer, que dudó al meter el pie. El remate, cruzado y mordido, se le coló a Lola Gallardo por debajo de la axila. Un error infrecuente en una de las mejores guardametas de la Liga Iberdrola.

El segundo gol llegó apenas tres minutos después en una falta lateral botada por Hansen. Ewa Pajor, cuya velocidad ya empezaba a dar problemas a la defensa colchonera, se anticipó con un potente salto a Laia Alexandri para poner el balón en la red de un cabezazo. La polaca fue protagonista también del tercero: dejó atrás Alexandri con una galopada y dejó el balón franco para Hansen, que definió con calidad al palo largo.

Minutos antes, el entrenador del Atlético de Madrid, Sánchez Vera, ya había retirado a Amanda Sampedro para formar una defensa de tres con Tounkara, Alexandri y Linari, buscando evitar más goles en contra mientras el equipo insistía en percutir a través de la infatigable Ludmila. El resultado fue el contrario: precisamente de Tounkara se deshizo Herder con un reverso para clavar el disparo por encima de Gallardo y hacer el cuarto.

Con poco que perder y aún con 20 minutos por delante, Sánchez Vera retiró a una defensa, Linari, para dar entrada a una atacante, Esther. La jugadora de más en las acciones ofensivas sentó bien al equipo, que pudo cortar la hemorragia de goles e, incluso, llegar a inquietar a Schult. Uno de los pocos respiros que dieron las alemanas en su asfixiante presión fue aprovechada por Alexandri para salir desde atrás conduciendo el balón y encontrar con claridad a Jenifer Hermoso, que volvió a filtrar un pase a Ludmila. La defensa alemana acudió rápido a solventar el desajuste.

Fue la última ocasión de sacar un gol del AOK Stadium con el que poder creer en el milagro. Ahora, para remontar la eliminatoria en el partido de vuelta no solo será necesario que el Atlético de Madrid venza al potentísimo equipo alemán, sino que desafíe la evidente superioridad del fútbol femenino centroeuropeo sobre la Liga Iberdrola. Tal vez una empresa aún demasiado ambiciosa. Por ahora, un 12-2 se convirtió en un 4-0. Ya es algo.