Desplazamiento, del artista Fernando Castro Leñero.

CIUDAD DE MÉXICO.- Hace diez años se anunció la creación del Espacio Escultórico del Desierto (EED) en el altiplano de San Luis Potosí. El lugar formaría parte de un circuito cultural con el pueblo mágico de Real de Catorce y, para concretarlo, las autoridades locales invirtieron 23 millones de pesos provenientes del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).

32 mdp costará en total la apertura de este museo

Sin embargo, el EED sigue en el abandono y ahora espera nueve millones de pesos más que deben ser autorizados desde la Cámara de Diputados para lograr su apertura, debido a que su edificio principal fue vandalizado y aún restan por instalar 10 de las 23 esculturas prometidas.

Esto propiciará que su apertura se postergue nuevamente hasta el segundo semestre de 2019.

El EED nació en 2008, cuando las autoridades potosinas soñaron con crear un “jardín para la contemplación” que celebrara la belleza del desierto potosino, en el que participaron 13 artistas mexicanos e internacionales como Helen Escobedo, Fernando González Gortázar, Betsabeé Romero, Francisco Castro Leñero, Yvonne Domenge y Perla Krauze, entre otros, quienes diseñaron una escultura que conviviera con el lugar.

Pero cuando los trabajos estaban por concluirse, en 2009, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) detuvo las laboresdebido a que se construyó un estacionamiento que afectó la flora y la fauna del lugar, lo cual derivó en la suspensión temporal de la edificación y una sanción al arquitecto José Antonio Aldrete Haas.

Desde entonces este espacio, ubicado en San Juan de Vanegas, quedó en el olvido, enfrentó problemas ejidales, fue vandalizado, se convirtió en campamento de la delincuencia, registró filtraciones, se estropeó su planta de energía y se afectó una de las esculturas, por lo que ahora requiere nueve millones de pesos para su rehabilitación.

Así lo reveló a Excélsior Armando Herrera Silva, secretario de Cultura de San Luis Potosí, quien aceptó que la apertura de este espacio ha sido accidentada.

¿Ya definió fecha para la apertura del EED?, se le cuestionó a Herrera Silva. “Todavía no, porque estamos esperando un recurso. Espero que llegue pronto porque ya está avanzado el año y no nos ha llegado, es un etiquetado de la Cámara de Diputados (por tres millones de pesos) y servirá para empezar la reparación”.

¿Es un recurso seguro?, se le insistió. “Espero que así sea porque mientras no tengamos esa lana no podemos determinar la fecha de apertura. Mira, nos van a dar tres millones de pesos para iniciar, pero calculamos que con nueve millones lo echamos a andar. Así que invertiremos 3 millones este año para empezar la reparación del edificio”.

Cabe señalar que, de los 23 millones de pesos invertidos hasta el momento, 17.8 millones fueron destinados a la construcción de un museo, 3.1 para el pago de diez esculturas y 578 mil 506 pesos para la compra del terreno; el resto del presupuesto fue para estudios y la habilitación de un acceso para este espacio.

VANDALIZADO

El EED tiene una extensión aproximada de 12 hectáreas, pero en el centro se proyectó la construcción de un edificio semienterrado que funcionará como galería y salón de usos múltiples. Sin embargo, Herrera Silva reconoció que éste no sólo fue ocupado por la delincuencia, sino que resultó vandalizado.

En todo este tiempo (que ha permanecido abandonado) el edificio fue vandalizado, además el techo se deterioró porque presenta filtraciones de agua, y por eso pensábamos arrancar con tres millones de pesos este año y en 2019 aplicarle otros tres o seis millones y así terminarlo completamente; la idea sería abrirlo en el segundo semestre del año que entra”, afirmó.

Respecto a las trece esculturas ya instaladas, el funcionario explicó que éstas se encuentran intactas. “El proyecto es un edificio donde se rompieron los vidrios, se llevaron el cable, se trasminó el agua a causa de las lluvias, y había una planta de luz, pero ya se dañó toda y no sirve, así que habremos de sustituirla por paneles solares… aunque las esculturas están intactas”.

¿Ninguna de las 13 esculturas ha sufrido deterioros?, se le cuestionó nuevamente. “Hay una, la de Helen Escobedo, que tiene unos cilindros de alambre y algunos se cayeron… es la única, pero es cosa de volverlos a poner porque sólo están ladeados. Lo que pasó es que le pusieron cimientos muy pequeñitos, pero es cosa de enderezarlos. De ahí en fuera todas las demás están intactas; la parte escultórica no sufrió deterioros”.

¿Qué pasará con las 10 esculturas aún no montadas? “Habría que ver eso, porque es un proyecto que se echó a andar desde 2008 y habría que replantearlo en términos del presupuesto. Ahorita lo importante, creo yo, es tratar de reparar el espacio, echarlo a andar y sobre la marcha ir viendo”.

¿Habrá alguna partida presupuestal para el mantenimiento del espacio? “Queremos ver de qué manera le damos cierta sustentabilidad y sostenibilidad al espacio, y para eso queremos involucrar a la localidad de San Juan de Vanegas, que está a 1.5 kilómetros del EED; lo importante sería que los grupos de ahí se vieran beneficiados de este espacio, que se apropien de éste y puedan cuidarlo”.

Además, expresó, “como está en el paso hacia Real de Catorce creemos que una vez que lo abramos, será muy visitado y eso generará ingresos para que la gente de las comunidades aledañas obtenga ingresos propios que les permitan cuidarlo y mantenerlo. Es claro que siempre va a requerir recursos para infraestructura o mantenimiento mayor, pero habría qué calcularlo en función de cuando se abrirá el espacio”.

¿Hubo sanciones administrativas ante el incumplimiento por la apertura del EED? “En términos de lo que planteó Semarnat tengo entendido que se pagaron algunas multas. Eso no me tocó a mí. Nosotros sólo pagamos un estudio de remediación y de evaluación cuando llegamos (en septiembre de 2015), pero de ahí para atrás creo que se pagaron algunas multas respecto al impacto ambiental”.

¿Cómo definiría la apertura de este espacio? “En 2008 empezó a construirse y en 2010 debió estar listo, pero ha sido muy accidentado. Lamentablemente ha sido tan accidentado que ya lo debimos haber abierto hace mucho y lo malo es que se trató de una sanción de largo impacto”, concluyó.

Vista panorámica del conjunto artístico.

ESCULTURAS MONTADAS

Reloj solar, de Emili Armengol.
Desplazamiento, de Francisco Castro Leñero.
Huella viva, de Ana María Castelán.
Palmas de sombra, de Yvonne Domenge
Rodamundos, de Gilberto Estrada Lara.
Oasis azul, de Karin Waisman.
El animal de Catorce, de Fernando González Gortázar.
Escaleras en el desierto, de Perla Krauze.
Solaribus, de Helen Escobedo.
Corola, de María José de la Macorra.

FALTAN POR MONTAR

Mirador de cielos, de Josep Roy Dolcet.
El penco y la penca, de Marina Lascaris.
Flor subterránea, de Kiyoto Ota.
Sonido del desierto, de Edna Alicia Pallares.
Miranda, de María del Pilar Zamarrón.
Sin nombre, de Ulzurrun Curro.