La estadounidense Alex Morgan celebra su gol. S. LECKA AFP

El momento cumbre para el fútbol femenino de México había llegado. Estuvo acompañado de una derrota 6-0 frente a las campeonas del mundo, las de Estados Unidos. El Tri femenino busca clasificarse al Mundial del próximo año en Francia en una zona en la que, al contrario de la masculina, EE UU, se ha erigido como potencia.

Para las mexicanas se trataba de un partido clave en Nueva York. Era su manera para plantarle cara al seleccionado que ha estado, desde 1991, entre los primeros cuatro equipos en las Copas del Mundo. El equipo mexicano ha subido de nivel por la exportación de su talento al fútbol de EE UU y, últimamente, en la Liga española y por la instauración. Es la generación de Charlyn Corral, Kenti Robles, Nayeli Rangel y Stephany Mayor, principales figuras del seleccionado. Se trataba de un mes para soñar para un país que busca insertarse con fuerza en el fútbol femenino mundial. El júbilo se desbordó por triunfar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe y mantener una escuadra sólida.

A las mexicanas les costó hilvanar pases y tirar durante el primer tiempo. El asedio de las estadounidenses era tan sofocante que estuvo traducido en 11 disparos a gol por ninguno del equipo de México. Apenas al minuto tres, las defensoras Bianca Sierra y Cristina Ferral no lograron despejar un balón que, entre rebotes, le quedó para el primer gol a Megan Rapinoe. Tras el descanso, Estados Unidos mostró su fuerza y así cayeron los goles de Julia Ertz, Alex Morgan, Tobie Heath y Rapinoe. Las jugadoras bajo las órdenes de Jill Ellis dieron una clase magistral del balón detenido y de cómo romper el sistema defensivo. Estrategias al puro estilo del baloncesto. Morgan cerró la llave de los goles con el sexto.

Los prodigiosos tiros de Charlyn Corral fueron borrados del campo por la férrea marca de las defensoras y por los escasos balones que le pudieran llegar. No tuvo oportunidad de chutar. La osadía de las mexicanas se desplomó a pulso del gol. Roberto Medina, el entrenador mexicano, pocos daños pudo evitar con sus estrategias de buscar acortar, ligeramente, el marcador.

Una dura lección para las mexicanas que deberán jugarse su clasificación a la siguiente ronda frente a Trinidad y Tobago y Panamá, rivales que ansían aprovecharse del duro varapalo que han recibido de las campeonas mundiales. A México le queda ganar esos dos partidos o empezar a preocuparse por la diferencia de goles.